viernes, 27 de junio de 2014

NITE

El poder de la noche vuelve a caer sobre mí. Aunque me prometí no hacerlo nuevamente...he vuelto a llorar. No hubo tregua posible entre mis lágrimas y mis pensamientos. Continúan los vacíos que ninguna frase puede llenar, los silencios que pesan más que las palabras, los hechos que pesan más que las teorías. Esta vez fue una llantina seca, sin ruidos ni descaros; ya no hay nadie a quien volver a dar pena ni nada que demostrar. Así es como se adquiere la experiencia, a base de palos sin gritar, de sentimientos que no brotan, de verdades que no nacen. Maestro de muchos, aprendiz de poco. 
Volvió su recuerdo; el de aquella cara que se ha convertido en la única que quiero ver entre esta vida y la eternidad si es que existe. Años que pasan y arrugas que acentúo, pero apenas doy crédito porque el espejo ya se ha negado a darme mi propio reflejo. Yo, ya dejado y vencido no lucho por encontrarme al otro lado. Ya no hay sueños de oasis que desaparecen, de felicidades imposibles, de dudas resueltas. Todo el misterio murió con aquella magia que se llevó esa hoguera junto con mis ganas de hablar claro, hasta ahora lo único que creía hacer bien.
Mi gran amiga la noche, la que me inspira para escribir, para plasmar lo que siento y lo que no, lo que invento y lo que vivo, para dejar en una incógnita si se puede sentir tanta pena, tanto dolor. Puedo certificar que el cuerpo humano es una máquina imperfecta creada para soportar infinidad de martirios, muchos de ellos creados por su propio dueño, que no es otra cosa que el enemigo número uno de cada uno. Los altos y los bajos, los más y los menos, todos se entremezclan en la mente creando lagunas, locuras, iniciativas que seguramente no tendrían buen final de plasmarse en esta vida, que a veces parece muerta. 
Así pasa la noche, valiente y segura de sí misma. Da pie a robos, asesinatos y violaciones. Así de déspota es mi amiga la noche, tanto que últimamente no me deja dormir, solo me permite tumbarme en la cama hasta que mi mente se puede quedar en blanco y luego el calor hace lo propio y no me deja cerrar los ojos. ¿Cómo serán aquellos inviernos oscuros que pasan en el hemisferio norte radical? En aquellas ciudades donde la noche no dura 7 ni 8 horas...sino 4320. Muchas horas para cometer un suicidio, para volverse loco, para darse golpes infinitos contra una pared. Mis noches no son tan largas en la teoría, pero la práctica es más cruel y a mí me parecen semanas de oscuridad. El egoísmo supongo, que me recorre como a todo ser humano. Así, sin nada especial o sugerente...empieza una nueva noche. Bienvenidos...

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE