FLORES ATEMPORALES

Me considero una persona que cuida, elige y mima a sus amistades. Nunca mantengo amistades por interés y mucho menos si no me interesa o me apetece tenerlas. Conservo amigos de todas las épocas de mi vida (universidad, instituto, trabajos...) y los mantengo porque para mí son los mejores, porque me han ayudado en ciertas épocas de mi vida y sobre todo porque cuando llamo...ellos responden, y eso para mí vale mucho. Me pueden tachar de muchas cosas, pero nunca de interesado y tampoco de mantener amistades que (aunque suene mal decirlo) no se merecen mi amistad. 

Yo a veces comparo las amistades con las flores. Crecen cuando menos lo esperamos, florecen y se vuelven muy bonitas, y a veces en alguna época del año se ponen mustias o se marchitan, pero luego vuelven a florecer como si no hubiera existido aquel invierno. Para mí las amistades más valiosas son las que han pasado por todos estos ciclos. Nacen, se mantienen, se alejan, desaparecen a sabiendas que siguen en algún lugar y vuelven de nuevo en malas épocas o en épocas muy buenas. No concibo amistades descaradas, egoístas e interesadas. Y es por eso que hoy he puesto punto y final a una. Es tan falsa esta amistad que ni siquiera esta persona sabe que he puesto punto y final a nuestra andadura. No importa, porque cuando necesite de mis servicios (que lo hará) volverá a llamar y se dará cuenta que nuestra flor se marchitó y difícilmente germinaremos una nueva semilla en la anterior. Se ha cubierto de gusanos, podredumbre y se ha resecado y no hay pesticida o abono que la reviva.

Si me remonto a los inicios podría decir incluso que esto no fue una amistad de verdad, sino una transición para conocer a otra persona importante en mi vida que sí que es mi amigo. Y es así como lo voy a enfocar. Para mí no es una amistad alguien que jamás me ha venido a visitar de forma altruista o desinteresada, que solamente me llama para ofrecerme tickets o regalos que le sobran, para pedirme favores profesionales a cambio de nada (o a cambio de objetos absurdos que no puedo nombrar aquí). No es amistad si los únicos mensajes que recibo son con un trasfondo o un objetivo claro de saber alguna información o de pedir favores de cualquier tipo. Tampoco lo es si sabes que no lo he pasado bien y no has estado a mi lado, o si sabes que tengo necesidades y haces oídos sordos. Los amigos aparte de llamarse para pedirse ayuda, también deben saber ofrecerla cuando la otra persona la necesita. 

En resumidas cuentas, tampoco se trata de ofrecer una guía detallada de pasos a dar para ser un buen amigo (para eso hay gustos y colores), pero sí que quería reflejar mi tranquilidad, calma y paz mental tras haber enterrado una amistad que debía haberse enterrado hace mucho tiempo. Y si las personas descubren que una amistad ha terminado porque ya no te ven en su lista de contactos (porque te ha eliminado) es que realmente no te has molestado en conservarla.