lunes, 16 de junio de 2014

MAGENTA

Así se pasó los días aquel pobre diablo sobre su cama; inspirando fuertemente, intentando tragar saliva para no derramar ni una sola lágrima más de las que ya habían caído. Sabía perfectamente que de romper a llorar...acabaría secando lágrimas el resto de su vida. Volvieron aquellos flashes que no le dejaban dormir. Recuerdos que lo sepultaban poco a poco en su almohada hasta casi asfixiarlo de la angustia. Ya no había sal en sus lágrimas, ni blanco en sus ojos, no quedaba nada de lo que había llegado a ser jamás. Aquellas cuatro paredes, testigo de lo poco que han vivido sus manos parecían caerse sobre sus hombros ya doloridos del paso del tiempo. Parece que ha vivido tantas vidas...sin embargo no es viejo aun. Aunque cuanto más aprende, más quiere encogerse. Ya no está por la labor de sembrar o recoger.
Triángulos convertidos en cuadrados o pentágonos sinfín que no se encuentran, pero a él no lo dejan avanzar. La geometría inexplicable aplicada a historias que quedan a medias tintas porque nunca nadie sabrá qué podría haber sido de ellas. Así son sus día a día. Sumamos cuando pasa desapercibido vestido de transeúnte por las calles, cuando nadie lo mira y el que lo hace se deleita por el brillo de sus ojos. Lejos de saber que es por querer volver a llorar, piensan que tienen un brillo especial que surge del amor y la felicidad. Así que es como funciona este planeta llamado Tierra, en el que todos interpretamos erróneamente lo que nadie se digna a preguntar. 
A su lado veo unos hilos rojos. Probablemente nacidos de alguna historia inventada que nos ayuda a continuar creyendo en el amor, que lo puede todo. El hilo le cortaba los dedos, le aprisionaba el cuello, le dejaba sin respiración. Los nudos iban desde su pecho hasta sus tobillos y no parecía tener ni principio ni fin. Una vez más la leyenda no era cierta y los príncipes dejaron de ser azules y pasaron a convertirse en rojos como la sangre que emanaba de su cuerpo involuntariamente. Las sábanas pasaron de blancas a rojas y de rojas a marrones con tintes magenta que mostraban la frescura de su humedad. 
El pobre diablo no se movía, parecía muerte de lo inerte de su cuerpo, pero yo sabía que seguía vivo. Siempre seguía vivo después de morir una y otra vez. Reencarnándose en su propia piel llena de cicatrices y siguiendo en una existencia que aunque suya propia, a veces se le hacía ajena hasta el punto de no saber qué idioma habla o qué palabras quiere que pasen por su garganta. Así fue el panorama de aquel jueves, que como cualquier otro...nadie se preocupaba por lo que ocurría a su alrededor. 

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE