Piel de hombre o de mujer, todo puede suceder. Normalmente todos tienden a generalizar y en cuestión de sexos aún más. Lo gracioso es que mucho de los patrones al final se cumplen. Salvo algunas excepciones muy concretas, todos los hombres tienen esa esencia y forma de actuar masculina y las mujeres la suya propia en femenino. Cuando pequeños, las niñas siempre son más manipuladoras. Quieren que se haga lo que ellas dicen. Muchas veces es imposible mangonear a una amiga niña, así que la mejor opción es hacerlo con los niños, que parecen más dóciles. Los niños a su vez son más pasotas y dejan creer a la niña que lo manipula, pero la última palabra siempre la tendrá él. Los niños son más inmaduros, solamente les interesa jugar a cualquier deporte, buscar latas para darle patadas y comer. No tienen ningún tipo de complicación. Solamente se buscan un ídolo deportista al que admirar y ya está. Ellos viven en su mundo durante años. Las niñas son mucho más maduras. Empiezan a preocuparse por las cosas de la vida a muy temprana edad y les encanta hacerse las mayores y comportarse como señoras. Siempre buscan como modelo a sus hermanas mayores o a chicas de cursos superiores.
A medida que van creciendo la historia se vuelve más interesante, pero cada sexo tiene sus rasgos más característicos. Las chicas salen y se pasan cinco horas juntas, pero lo mejor de todo es cuando llegan a casa y se llaman por teléfono para pasarse otras dos horas hablando. Mientras su madre está detrás alegando. Si la madre es comprensiva y permisiva dirá: "¿Pero ustedes no se acaban de ver? ¿Qué tanto tienen que contarse?". El resto de las madres dirán: ¡Cuelga el teléfono ya o que te llame ella! ¡Llevan dos horas al teléfono!. Mientras tanto las amigas seguirán con su conversación otra media hora más diciendo: "¿Y qué te dijo? ¿Pero iba solo? ¡Qué fuerte! ¿Y tú que dijiste? ¿Y cómo se quedó?... Los chicos salen a jugar un partido o a fumarse sus cigarritos a escondidas. Hablarán de lo buenas que están las tías, de las tetas y el culo que tienen y de lo que harían con ellas y dónde (en el hipotético caso de que ocurriera, que nunca llega a ocurrir en realidad). El gay del grupo (siempre hay un gay escondido) simulará asintiendo y diciendo que sí a todo mientras piensa en cosas más gordas y alargadas. Luego llegarán a casa, su madre preguntará dónde ha estado, él no responderá o mentirá y derechito o a la ducha, o bien a la cama. Así funcionan los hombres. Cuando un chico va caminando por la calle con su novia y él saluda a alguien (da igual sexo, edad, o estatus social) ella siempre tendrá preparado un interrogatorio que comienza así: "¿Quién es? ¿De qué lo/la conoces? Si la que saluda a alguien es ella, él no dirá nada pero si es un chico pensará: "¡Qué basto!" y si es una chica, pensará "Está buena". De todos modos carece de importancia porque la chica siempre dirá: "Es Lorena/Carlos, la/lo conozco de ___, estuvo conmigo en ___...
Ya de adultos se vuelve más compleja la situación, pero hay un punto más claro. Hombres: diversión. Mujeres: compromiso. Hombre + sexo = machote. Mujer + sexo = puta. Cruel pero cierto. Al menos la sociedad cambia...lentamente, pero cambia. Se forman parejas, se dejan, vuelven, se pegan, se quieren, se agobian, se intercambian... Pasa de todo, con todos. Resumiendo: incomprensible. Ellos solo piensan en sexo, ellas solo piensan en moda. En fin, un pastel.
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