domingo, 7 de abril de 2013

AYO

Entonces aparece aquella foto que lo cambia todo. En ella encuentro lo que fui y lo que tengo...lo único que tengo. ¿Qué más da si es mucho o poco? no hay nada más y el destino lo quiso así. No hay sombras, sino recuerdos borrosos de aquel adolescente que amasaba el aire esperando oportunidades que tocasen en su puerta y que nunca llegaron. Tras el caos decidió hacerse con su destino y salió a la calle. Hoy, años después, no ha vuelto a casa y cada vez más se aleja del lugar al que solía llamar hogar. ¿Acaso supo alguna vez su significado? Seguramente, pero es culpa del inconsciente que ya no lo recuerde.
La oruga se convirtió en mariposa, creció, cambió de colores y ahora brilla, vuela hacia ninguna parte pero con un objetivo claro a largo plazo: el sol. Es allí donde todo cambiará, donde el calor tórrido lo convertirá en cenizas de plata que bañen el universo, aquel espacio azul al que miraba cada madrugada. Sin embargo es esa foto la que lo vuelve a convertir en oruga, la que lo hace sangrar de dolor, la que ve donde todos sonríen menos él, con su mirada perdida en algún amanecer que simplemente no llegó. Qué perverso el destino cuando se empeña en jugar con los recuerdos.
Aquella corbata servía para que todos vieran que no era el final, pero para él era una cárcel que estrujaba su garganta y lo dejaba sin aire. No obstante, no paraba de sonreír. Alguien dijo alguna vez que la compostura no se pierde ni en medio del océano tras un accidente de avión, y así aprendió él...con lecciones enredadas en rosales espinados, descalzo en piedras hirviendo, mojado con viento polar. Fueron los elementos los que le hicieron sentir la verdad por primera vez. Crueldad que se encuentra ahí fuera y contra la que hay que luchar. Hoy, aquel hombre ya tiene lista su armadura y ensangrentadas las manos de tanta batalla. ¿Victorias? No se acuerda, igual eso ya no importa porque no se siente vencedor. Las derrotas, en cambio, las lleva todas cargadas a su espalda.
La foto lo mató una vez y lo seguirá matando para siempre, por eso es el momento de marcharse a una ciudad lejana donde nadie recuerde su nombre, su vida, su existencia. Allí, donde ya no necesite más caretas, donde pueda elegir, ser, estar, sentir. ¿Acaso existe algo que importe más? Iniciado el paso ya nadie podrá pararlo. ¿Y si la vida no los vuelve a reunir? Entonces será que nunca pertenecieron a la misma dimensión. después de todo, los finales no se eligen...simplemente llegan y arrasan con todo. las despedidas no son más que oraciones que creó el ser humano para sentir menos remordimientos. Él, después de todo, ya no cree en nada...ni siquiera en sí mismo, pero mientras tenga los ojos abiertos no tendrá más opción que mirar hacia delante.

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE