domingo, 21 de abril de 2013

CAMINO A L.A.

Una habitación cerrada; cuatro paredes que nunca se encuentran, que nunca se mira, que nunca se ven. Desde arriba se ve una mujer en sus treinta, aunque sus arrugas le jueguen una mala pasada. Lágrimas que caen, cara de dolor y un foco sobre su cabeza. Se aferra de tal forma a aquel muñeco de trapo que cualquiera diría que se trata de la misma persona. Un todo entre dos, un conjunto indivisible, una pena compartida.
En el exterior de aquellas paredes se encuentra la realidad. Se ve todo aquello que ha provocado que esta mujer no pare de llorar, que no quiera volver a salir, que no tenga voz para gritar. Una sociedad llena de prejuicios, de maldad, de egoísmo. ¿Acaso sirve para algo? Mentiras de verdad, frases que ocultan la realidad, explicaciones sin terminar para no ser honesto. Perfiles que nunca existieron, pero que se van disfrazando de deseos a cumplir que no hacen más que alargar lo inevitable. Lobos disfrazados de cordero, corderos que tienen miedo de ser ellos mismos, gritos que atraviesan el aire. Lo que queda atrás se olvida, lo nuevo es siempre lo mejor hasta que se ensucia. Justo en ese momento viene el basurero y lo lleva al lugar del olvido, donde se encuentran los recuerdos con las promesas que no se cumplen. Las promesas, tan baratas de hacer y tan caras de cumplir....ya pasadas de moda hace años. La falta de voluntad de los seres humanos, las sonrisas falsas, las mentiras piadosas, los corazones rotos....son tantas cosas.
Allí dentro, aquella mujer ya no sabe qué más pensar, a qué nuevo lugar ha de ir, hacia qué nueva dirección se debe marchar. ¿Un nuevo principio? Mejor poder terminar ya. Y así, cientos de habitaciones, de puentes, de garajes, de barrancos....así se llenan de cuerpos sin vida que ya no quieren continuar aquí. Porque la vida es injusta, porque la sociedad es cruel, porque donde hace falta una mano para ayudar se encuentra un pie que te pisa hasta hundirte. Es por eso que en algún momento de nuestra vida nos encontraremos en medio de aquella habitación, pensando locuras sin razón y decidiendo si queremos seguir aquí caminando, huyendo o simplemente...dando la vuelta para no regresar jamás.

No hay comentarios:

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE