miércoles, 7 de diciembre de 2011

4 JAHRE...

Jamás imaginé que llegaría tan lejos en algo. Mi hijo ha cumplido ya cuatro años y no sólo camina sino que habla por sí solo. Fluyen las palabras a una velocidad vertiginosa y asciende y mejora con el paso de los meses. Sin darme cuenta he creado algo maravilloso, que para mí no tiene precio. El poeta sin rumbo se ha convertido en escritor y domina la pluma, la retórica y la prosa. Nada se me escapa y me veo preparado para iniciar una carrera en un ámbito para el que no me veía capaz años atrás. Estos cuatro años siendo padre han significado madurez, constancia, trabajo muy duro. No es sencillo escribir más de 600 entradas llenas de historias reales, ficticias, cuentos inventados, trastocados, adornados… pedazos de vida escrita en palabras, con mis palabras. No imagino mirando hacia atrás de dónde han salido tantos escritos, convertidos en poesía, en prosa, en ensayo… Aquel niño creció y se hizo mayor. Se convirtió en unos pies con arena y un tatuaje de reptil. Puto Loco Jodiendo el Coco nunca se fue y es más de lo que muchos otros blogs podrían decir. No me sirve la excusa de no tener tiempo, porque yo lo busco bajo las piedras. He vivido días de 24 horas en 30 para poder conseguirlo y mi hijo ya tiene cuatro años. Nació en diciembre…en la época de Navidad (mi menos favorita) y en el mes del aniversario de la muerte de mi madre (fatídico 15 de diciembre). Al menos el invierno trajo algo bueno (mi nacimiento y el de mi blog), aunque haya dejado de ser mi estación favorita.



4 años se escriben muy rápido, pero son imposibles de borrar. Se ha visto una evolución completa en contenido, temática, retórica, uso de recursos, cambio de inquietudes. Mi blog ha crecido y yo con él. Debo confesar que de las pocas cosas que tengo, es una de las que más orgullosas me siento. No por su éxito, que ha sido bastante discreto, sino por lo que me ha aportado. Todos esos sentimientos y heridas a llaga viva que han aflorado de mi cerebro saliendo por mis dedos. Todo ello me ha ayudado a continuar cuando apenas veía salida en el túnel. Muchos dicen que me expongo en demasía en mi blog, pero… ¿acaso es algo malo? Todos estamos expuestos a la vida desde que nacemos, y no todos somos capaces de sobrevivir. Si aparte de mí mismo puedo alegrar mínimamente el día de cualquier otra persona que conozca o no, ya el objetivo de mi blog tiene doble recompensa. Uno de los ámbitos de los que me siento más feliz en la actualidad, y de poder seguir adelante contando historias y revelando todo lo que veo desde mi lado del espejo. No llueve a gusto de todos, pero es también ahí donde me quedo. Me gustan las personas que leen con criterio y son capaces de decir: “esto no me gusta” y cerrar con el aspa que hay a la derecha de la pantalla. No escribo para agradar a nadie, no soy del tipo complaciente que piensa qué gustará y se mete a inventar. Escribo lo que sé, justo cómo me sale, y tal cual lo pienso. Puede estar más o menos adornado, pero no deja de ser mío.


Me siento preparado para escribir mi primera novela, para plantar mi primer árbol, para crear un nuevo hermano a mi hijo. No sé con quién, ni cuando, pero ya soy capaz. Podría llevarme un Planeta, un Nadal, o un Nobel de Literatura…podría no llevarlo jamás y seguir siendo feliz, pero justo ahora, a punto de cumplir los 28 años, puedo decir “I’m ready”. Igual tarde, igual demasiado pronto, pero el momento ha llegado. Sólo necesito ese espacio de tiempo que me permita iniciarme, esa inspiración que nunca me abandone y la elocuencia que ha nacido aquí dentro, en mi pecho. No significa que abandone a mi primogénito, sino que ampliaría horizontes a cualquier extremo. No sé si profesor de inglés, traductor, o si teleoperador de emergencias. No sé si intérprete de lengua de signos o guía intérprete de personas sordociegas…lo que sí sé es que soy escritor, siempre lo he sido, y hasta que pueda…lo seré. Cuatro años han cerrado un ciclo de prueba que he superado con creces, con caídas, tropiezos, zancadillas, con cuchillos a la espalda, guardados en el bolsillo, pero por ahora puedo decir que sigo de pie y escribiendo. Ya no tengo miedo a envejecer mientras queden historias por contar, personajes que inventar, lugares de ensueño que crear. Mientras tanto me escondo tras este pequeño blog que se ha convertido en algo muy grande para mí y desde aquí no sólo celebro su cumpleaños, sino que celebro el mayor regalo que jamás he dado a nadie…mi orgullo.


No hay comentarios:

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE