lunes, 17 de marzo de 2008

TODO POR UN CUÑO


Tiene mucho prestigio el ser universitario, o el decir "soy universitario" o "tengo una carrera" o "soy licenciado o soy diplomado", pero..¿realmente valió la pena? Para esos estudiantes de medicina, enfermería o de magisterio infantil de francés supongo que sí, ya que prácticamente los sacan del último año de carrera para trabajar. De resto nos encontramos geógrafos, historiadores, artistas y filósofos en todas partes. Casualmente la gran mayoría de "no trabajadores en su rama" suelen venir de carreras de letras. ¿Ya no necesitan más pensadores? ¿Qué ha pasado con los bohemios? ¿Ya no cuenta el contar lo que ha ocurrido en nuestro universo? Por lo visto no.

Vivir en un pequeño archipiélago también es un arma de doble filo. Si consigues trabajo y puedes mantenerlo es casi para siempre, si no lo consigues, nunca ejercerás lo que has estudiado. Te desgastas, te cansas, te oxidas y luego te olvidas. En realidad, un año después de haber terminado la carrera olvidamos el 40% de todo lo que en "teoría" habíamos aprendido. Pero es igual, porque el ser universitario era más guay que todo lo que venía detrás, y con 18 años uno no piensa en ese tipo de cosas.

Muchos siguen estudiando otras carreras porque el currículum pesa más con dos licenciaturas. Otros se atreven a hacer másters especializados en lo que sea, o incluso se meten en doctorados. A ver si así hay más suerte. Nunca se sabe. Otros muchos universitarios pueblan los supermercados y las tiendas de todo el archipiélago. El corte inglés, Carrefour y Alcampo también tienen se llevan su pellizquito de cerebritos postuniversitarios consigo. Por no hablar de pequeñas franquicias de lo que sea. Una pena, pero es la realidad.

Yo, en teoría, me licencié en "Filología Inglesa". Digo en teoría porque ya no sé si realmente soy un filólogo, porque no siento como si lo fuera. Pero, ¿Qué es un filólogo? ¿Cuál es nuestra misión en la sociedad? ¿De dónde salimos? ¿Hacia dónde vamos? Triste es no saber qué significa la filología "anymore". Entré en la carrera de rebote, porque ya no sabía ni qué eralo que quería hacer, y básicamente la terminé por una promesa. No me fue mal, pero nunca me sentí bien, o sentí que fuera lo mío. Veía a muchos de mis compañeros empotrados en primera fila atendiendo y copiando cada palabra del profesor, incluso las muletillas que iban soltando a medida que explicaban. Yo copiaba lo relevante, o hacía resúmenes de los resúmenes de mis compañeros. Afortunadamente no era el único de mi especie que no encajaba entre tanto tocho de literatura que para mí no dejaba de ser un tostón. Hubo momentos y momentos. Hubo historias interesantes, escritores interesantes, pero no tanto como para dedicarles mi vida y tiempo en cuerpo y alma.

Eso es un trozo de historia de mi experiencia como estudiate y como futuro no practicante de mi secta de religión, o carrera, como la llaman ellos. Lo importante es trabajar en algo que te guste, y yo sé de qué no quiero trabajar. Otra vez será. ¡Ánimo universitarios!

No hay comentarios:

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE