domingo, 22 de noviembre de 2015

SOPA TÓXICA

Existen esas veces en las que debo perderme, huir, correr.... Es ahí, en ese momento de incertidumbre junto a una extraña puerta nueva cuando me miro y recapacito. En mi pérdida, en ocasiones estática es cuando más aprendo. De las derrotas, de los males, de frases malintencionadas se puede sacar una nueva lección de vida. Un cristal imaginario que no cruzo por miedo, pero que a la vez me obliga a convertirme en la persona valiente en la que finalmente me he convertido.
Las decisiones son las que poco a poco me definen como soy. Imperfección sobre todo, pero también raciocinio que igual nadie comprende, pero están dentro de mis entrañas muy arraigados como los valores que mi madre me enseñó antes de marcharse. He aprendido en mucho tiempo a no quedarme donde no soy bienvenido, a no pararme donde no soy bien recibido y a no hablar con quien no me apetece entablar conversación. Esto, aunque pueda mezclarse con desagrado o soez, para mí es importante y significa valentía y lógica.
En ocasiones me imagino siendo una vaca Emily que predice su destino e intenta cambiarlo por todos los medios. Me siento como cualquier animal de ganado a punto de ser sacrificado cuando no hay otra opción posible y ahí es cuando decido que yo, muchas veces, puedo regir mi destino. Esta vida, que puede parecer larga e infinita, no es más longeva que lo que la muerta nos permita ser y entonces considero que lo mejor es vivirla como le apetece a cada uno. Para mí, mi vida es un conjunto de momentos que me hacen valorar lo que hago, de dónde vengo y quién soy. 
Quizás, muchas de mis decisiones hayan sido equivocadas o muy poco acertadas. Sin embargo son las que definen quien soy y de las equivocaciones se aprende tanto que muchas veces me equivoco inconscientemente para seguir poder absorbiendo las tesituras de nuestro planeta, el mismo que muchos otros se empeñan en destruir. No importa lo que pueda llegar a creer porque mi subconsciente decide confundirme con actos que no reconozco en ocasiones, pero de los que al final nunca llego a arrepentirme del todo. 
La hipocresía sigue disfrazada de corderito blanco e indefenso que luego ataca a los lobos solitarios del bosque. El público, no siempre es consciente de la totalidad de la trama y se siente identificado con la bravura del pequeño y esponjoso animal. Lejos de averiguar que se trata de un león disfrazado, siguen con su vida pensando que la historia que otra persona ha creado es la verdad del universo en el que viven y los malos, como siempre, son los que osan contar la verdadera moraleja en los periódicos o certificados. 
Muchos vuelven a disfrazarse para subirse nuevamente a aquel escenario que le dio la gloria y para recoger aplausos fantasmas que no hacen más que engordar su ego hasta que la mentira se convierte en insostenible y deben o bien esconderse, o bien taparla con más calumnias que sus fieles tragarán de postre como siempre suelen hacer. La toxicidad se esconde en cualquier plato de sopa y todos, incluidos los más inteligentes acaban tomando un sorbo en el momento más inesperado.  

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE