miércoles, 26 de agosto de 2015

300 MIL KILÓMETROS

Cambié mis blancos y negros por tonos pastel por andar a tu lado. Caminé 300 mil kilómetros para comprender la complejidad de tu cerebro y caminé otros 300 mil más para estar a tu altura. Yo, que me encogía con la fealdad que mostraba mi espejo. Nunca vi que el tuyo brillara por tenerme enfrente, pero aun así...decidí quedarme por si el destino había creado una nueva oportunidad de ser yo mismo. Me aferré a cada una de tus frases de retórica aprendida como si fueran promesas que solamente yo me creí. Tanto decías que me besarías hasta la muerte y por lo que tengo entendido todavía sigues vivo. Ahora, esos kilómetros no me pesan tanto; igual he dejado de sentir por completo y las lágrimas ahora caen por saber que quien te acompaña vale más de lo que nunca valdrá alguien como yo.
Escondido en las tinieblas paso los días esperando a que los demás olviden mi nombre y dejen de señalarme con sus argumentos incomprensibles. Siempre soy el perdedor de las batallas, por el que sienten pena las casadas, por el que se enternecen los niños malcriados. No pude limpiar las habitaciones de tu alma en tiempo record, aunque aprendí que los recovecos contaminados siempre tendrán un toque grisáceo que oscurece la luz de la habitación. No dudo por el valor que tuviste al dejarme ordenando ideas que no eran mías sino tuyas; libros que no leías en estanterías demasiado débiles como para sostener tanta sabiduría. Y todavía hoy admiro el coraje que tuviste al no molestarte en entristecerte un poco por mi desdicha.
Y ahora estoy en mi vuelta, en mi camino de 300 mil kilómetros para alejarme de ti. Caminaré otros 300 mil más para volver a desaparecer y no tener constancia de la aureola de felicidad que te rodea. Seguramente él también hable portugués y algún que otro idioma de los Balcanes. Se ve atractivo e incorrupto, lo que hace que a tu lado hagan una mezcla perfecta. Una nueva marioneta culta, intacta, frágil. Me pregunto si él también estaría dispuesto a caminar tanto como yo. No tendrá miedo a rozaduras y callos, a asperezas o espolones que le duelan tanto al pasear. El amor que yo creía que era la cura al final se tornó en enfermedad y no me mató, pero me fue debilitando hasta quitarme la ilusión de volver a curarme o enfermar. Los 600 mil kilómetros iniciales sin parada ni avituallamiento....en fin, me dejaron así; aquí....sin ti....sin mí. 


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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE