miércoles, 6 de marzo de 2013

LENA

Estaban juntos en la misma habitación, pero la distancia infinita en su interior los separó drásticamente en su mente. Así era, ella mirando sus brazos fuertes, deseando besarlos hasta gastar sus labios y él con la vista en el vacío, pensando en algún verano, en algún otoño, en aquel invierno. ¿Quién sabe? Nadie jamás comprendería la mente del sexo opuesto. Por ahora sabía que no era lógica y coherente. O quizás se trate más de ella misma, que es visceral como la vida, cuadriculada como un cuaderno, firme como un junco.
Aquella habitación abrió sus poros a los sentimientos de Lena que fluían de forma feroz. Recordando aquella mesa de 64 centímetros que los separaba, pero que para ella era un abismo de kilómetros de profundidad. A veces bajaba a buscarle, pero nunca encontraba más que polvo en suspensión. En eso se centraban sus días, en pensar qué estará haciendo, qué estará pensando, con quién comparte sus horas. La estupidez del ser humano es incalculable.
Lena sabía que el amor no existía, que tan solo era una proyección del cariño que se llega a sentir de tanto contacto. Pero, ¿qué demonios era aquello entonces? Necesitaba tocarle, abrazarle, decirle que quería un "para siempre" con él, que hacían falta 7 vidas para poder disfrutarlo y poseerlo. Lo mimaría, lo templaría con palabras bonitas. Por el contrario, algo no la dejaba dar el paso.
Mientras tanto se resignaba con el paso de los días y la cercanía que los unió en amistad se iba convirtiendo en una lejanía inesperada. Ella no paraba de pensar en conversaciones imaginarias en las que él le explicaba que eran solo una persona en dos cuerpos. Siempre vencían juntos con finales felices de todos los colores, hasta que un día Lena se armó de valor, le miró a los ojos y le dijo: "aquí dentro está mi corazón y como no le hables se va a salir de mi pecho".
En cuestión de segundos su imagen se desdibujó del aire y él se esfumó de la habitación como por arte de magia. Parecía muy bonito, pero Lena nuevamente estaba pensando en que encontraría el valor para dejar hablar a su corazón. Una vez más, su mente se equivocaba.

No hay comentarios:

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE