viernes, 12 de noviembre de 2010

AMISTAD


Me pregunto si más allá de los sueños, de las realidad o incluso de la muerte habrá amistad. En este mundo la he conocido desde prácticamente todas las perspectivas. Diría incluso que en ocasiones me ha hecho ser quien soy y me ha hecho llegar hasta donde estoy. Amistades pequeñas que empiezan siendo un grano de arroz y luego se convierten en gigantes castillos medievales tan antiguos que no hace falta mirarlos para saber de qué están construidos. Recuerdo algunas que vinieron pisando fuerte en forma de terremoto y cambiando las cosas de lugar sin poder impedirlo. Sucumbí desde el primer instante sin remordimiento alguno.
Quisiera saber si encontraré alguna más sincera, como las aguas cristalinas de los lagos de Ontario. Tengo varias de estas, pero como son mis favoritas siempre quiero más, para poder reflejarme en sus verdades y darme cuenta de lo difícil que es aguantar mi propia imagen. Las infinitas también me encantan. Esas que no sabríamos decir cuándo comenzaron y siempre creemos que nunca van a terminar. Conversaciones de semanas seguidas, miradas cómplices y sonrisas hechas de miel y carcajadas. Con los bolsillos vacíos de todo, pero llenos de nada y la nada es una de las cosas más bonitas que existe.
Tengo amistades de colores que se mezclan pero no se turbian unas a las otras, sino que se convierten en un arco iris tan poderoso que nadie jamás podrá penetrarlo. Los tonos verdes me dan esperanza, los azules me acompañan en mi tristeza, los rojos son tan apasionados como yo, los violetas me tranquilizan, los anaranjados me apasionan, los amarillos...mis eternos compañeros. Me pregunto de qué color seré yo...si me miro al espejo no veo nada, solo transparencia, ¿acaso soy como el agua? Yo creo que sea el color que sea tiene que ser alegre y llamativo porque los tonos tristes no me representan en absoluto.
Mis amistades geográficas que no conocen tiempo ni espacio. En las que nuestra frontera es una llamada telefónica y el paso del tiempo no cambiará más que las arrugas de la cara. Localizadas en una parte especial de la mente que me trasladarían al momento si lo necesitara. En cualquier sitio, en cualquier continente, allá donde fui y donde igual en algún momento volveré. Amistades en inglés y en alemán, en español y con señas, pero siempre bonitas, sobre todo una amistad debe ser bonita.
Me pregunto dónde estarán todas esas que decidieron dejarme porque encontraron otras mejores que yo, ¿volverán algún día? Las que desaparecieron por falta de unión, por demasiada fricción, por carencia de interés, ¿serán felices con sus nuevas amistades? Quiero pensar que todos tenemos derecho a un mínimo de cientos de amistades por vida, ¿acaso diez mil millones no son suficientes? Yo todavía guardo sitio para unas cuatro mil más, pero de las que se quedan para siempre. Si algo he aprendido es que el tiempo no es más que un puñado de números pintados en un reloj y la amistad con su fuerza es capaz de modificarlo para meterse en medio y hacer un hueco a cualquier hora del día. Porque para mí, la amistad no sabe de horarios ni despedidas. Viene y se va cuando place y no importa a qué hora suene mi teléfono o toquen en mi puerta...mi amistad siempre estará preparada con un abrazo tras mi alma.

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE