Una vez alguien que no me conoce en absoluto
me dijo que debería tener cuidado con lo que escribo porque me expongo
demasiado; cuento demasiadas cosas sobre mí y eso podría ser peligroso. Yo, sin
embargo, aunque una parte de mi ser quiso terminar esa conversación con una
frase desagradable, mi lado racional dio las gracias por el consejo y seguí a
lo mío. No me molesté en dar opiniones o explicaciones a quien ni siquiera sabe
quién soy, ni de dónde vengo. Agradezco el gesto que a día de hoy sigo sin
comprender, pero no estoy dispuesto a que me adjudiquen más piedras en mi
mochila si no es mi deber cargarlas. No escribo ni me expongo en demasía
constantemente. Considero que una persona es tan amplia y compleja que ni
siquiera mil libros escritos en cinco décadas podrían abarcarlo todo. Escribo
verdades e historias que me han ocurrido, que vivo o que me gustaría vivir.
Escribo realidades que he vivido desde muy cerca, escribo historias de amigos o
personas cercanas. Escribo ficción, escribo fantasía, realidad, mentiras,
verdades a medias, cuentos trastocados. Escribo para mejorar este mundo, para
intentar cambiarlo, para aportar mi grano de arena mientras pueda y siga aquí.
Escribo para invitar a reflexionar, escribo sobre cosas que me inquietan, que
me apasionan, que me gustaría transmitir. Escribo las cosas que mi voz no puede
llegar a decir, cosas que vida me ha enseñado, que aún no he aprendido o que me
gustaría conocer. Escribo mi ignorancia y también mi sabiduría.
Tengo este blog desde hace ya más años de los
que puedo recordar a las 2:33 de la mañana, pero es mi espacio. Yo lo he
creado, yo lo he vivido, lo cuido y lo mantengo. Lo actualizo y lo promociono,
lo expando y lo encojo. Todo lo que hay en él sale por mis manos y ha sido
controlado por mi cerebro y por lo tanto soy solamente yo el único ser que
puede destruirlo. Planté una semilla y aunque estoy muy lejos de ver un
árbol…ya empiezo a visualizar pequeñas hojas que crecen lentamente. Entiendo
que si existen opiniones o inquietudes acerca de mi blog siempre hay libertad
absoluta para comentarlas directamente en cada entrada y aseguro que serán
todas respondidas. Es un espacio público que se puede leer, disfrutar o incluso
odiar. Se puede mejorar mucho, pero no desde el silencio. Se decora el contenido,
pero no las formas. Si cambiasen las formas tengo por seguro que ya dejaría de
ser yo mismo. Si, finalmente, canso, aburro o me vuelvo cansino…hay una espiral
arriba a la derecha que quita males y salva vidas. Yo, mejor que nadie, sé que
habrá usado esa salida más de mil veces. Y como hay tantas personas como
colores, yo pinto este blog de mi favorito, y yo, como soy…por lo
tanto…escribo.
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