Si es por confesar, conoces cada rincón de mi cuerpo de tanto adornarlo con tus besos. Solo a ti te importa mi silueta y es por eso que la adoras con tus manos, con tus brazos, con tus labios. Tu olor, el mismo que impregna mis sábanas, tu cuello, mi perdición. Se puede sacar vida de un misterio, de pedazos de verdades a medias, de un mero maquillaje que con el tiempo se derrite. Y quién sino tú es capaz de robarme sonrisas con palabras, cambiar mis carcajadas por abrazos, hacer trueques imposibles en los que siempre salgo ganando. Cuerpos con miembros sin dueño, sin amo, entrelazados de formas extrañas, como tú, como yo.
Admito que me rindo, que no puedo ceder, decir no a tus miradas. No puedo esperar nuestros momentos, nuestros pasados, nuestros futuros. Historias que nadie sabe adónde van, de dónde vienen, pero que podrían acabar en eternidad. El tiempo, que todo lo magnifica, el espacio, que todo lo posee, y tú, que me buscas y me encuentras. Aromas, complicidad, un abrazo de los que dejan sin respiración, besos escondidos que buscamos, que escondemos jugando, que jugamos a buscar. Me encontraste, te encontré, después...tú y yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario