Ni una nota en la cocina,
solo se dejó los recuerdos de un niño,
que se hizo mayor entre mimos de algodón.
El pasado va más deprisa que el presente,
hoy es el ayer, y los padres se resienten,
por dejar marchar lo que un día Dios les dio.
Por si el dolor viene a mí,
por la nostalgia,
por sentir que echo de menos sus sabios consejos,
aquellos que no quise
escuchar...
Que hicieron de mí lo que soy,
dejándose alma y corazón,
daré hoy las gracias, a ellos que me dieron la vida.
En su caminar, se desgasta la fatiga,
mi madre estará siempre lista para el día
que me hará llegar su cariño donde esté.
Desde su sofá, con la mirada perdida,
mi padre estará estudiando la partida,
él me enseñara
cómo hacer las cosas bien.
Y si el tiempo los aleja de mí,
no sabré que hacer seguro rezaré.
Pediré hasta agotarme ser
niño otra vez para volver...
Por si el dolor viene a mí,
por la nostalgia, por sentir,
que echo de menos sus sabios consejos
aquellos que no quise escuchar...
Que hicieron de mí lo que soy,
dejándose alma y corazón,
daré hoy las gracias a ellos que me
dieron la vida.
Mercedes Mígel Carpio