Sin quererlo, el destino, la fortuna, la soledad, o la casualidad, le basta con unir un puñado de elementos para hacer que soplos de aire se conviertan en un todo.
Si yo estoy sorprendido, me imagino el resto del mundo. Un cambio de lo más brusco e impredecible. Ninguno se pronuncia demasiado, pero yo estoy encantado de la vida. Igual es algo pasajero que mañana se irá de paseo, pero mientras tanto aprovecharé mi hoy para saborearlo del todo. Muchas cosas que se dicen en un principio se quedan ahí, en el viento. Y más adelante nos damos cuenta que estábamos totalmente equivocados.
Por una vez, la casualidad hizo bien su trabajo y me mostró la verdad sin ningún tipo de tapujo. Y no solo eso, también me resolvió todo problema actual y quebradero de cabeza que tenía por el momento. No dejaré que este momento se quede en un 6-2, 6-4, 6-1 de un partido de tenis a 5 sets.
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