Aparecen tus noticias en aquel aparato que oscila entre ruido y luz.
Destellos que aniquilan la impotencia de que no estés tú.
Sigo mi camino desvalijando cielos que me lleven a estar contigo.
No necesito conocerte para saber que me pierdo sin sentido.
Vidas malgastadas que no sirven para nada más que odiar,
aunque tu existencia creó mil cometas en el cielo por brillar.
Rabia que me inunda por no poder luchar contra lo imposible.
Fuerzas que no tengo, más encuentro para luchar por libre.
Almas que se salvan sin que nadie pueda comprender por qué.
Tus ojos nunca vieron más allá que aquel triste amanecer.
Asalto estrellas donde pueda encontrar un poco más de ti.
Miedo me da seguirte tan lejos hasta no poder respirar más allí.
Lucho por lo justo de poder renacerte en cualquier otro rostro.
Ya no hay ningún rastro que sacie a cada uno de mis monstruos.
Alzándome para tocar terciopelo cerca de tu cuerpo que huye de aquí.
Sin lugar al que volver, sin lugar al que huir, sin lugar al que continuar, seguir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario