Hace ya un año y cuatro meses que vivo en Madrid y he podido asistir a bastantes conciertos que jamás creí que podría disfrutar en mi vida.
He visto en directo 7 veces a Neus Ferri (que se dice pronto), para mí la voz española que más me gusta, 3 veces a Vega, a Jessie J (grata sorpresa e increíble descubrimiento), The Pretty Reckless, Fall Out Boy, Portishead, Anastacia, Mürfila, Ida Susal, Elisa, Paco Arrojo, Rozalén, Zahara, Vetusta Morla....
Elisa es una artista italiana que me gusta hace casi 10 años y no es conocida en España, así que nunca pensé poder ir a verla en directo, pero el azar se cruzó en mi camino y lo conseguí. The Pretty Reckless fue un privilegio que cuadrase en la gira de Fall Out Boy y Anastacia un regalazo que tuvo mi chico por nuestro aniversario. Vetusta Morla tienen un directo espectacular, y Jessie J es una crack que lamentablemente está bastante infravalorada. Rozalén y Paco Arrojo no son mi estilo, pero igualmente fue una experiencia interesante.
A todo esto le sumo mis años como melómano que va a conciertos y la suerte que tuve de ver a Alanis Morissette en directo en mi viaje a Canadá, a Craig David, Lucie Silvas, Linkin Park, Marlango 4 veces, Zahara, Vega, Lost Profets, Blackout, Melón Diesel, Malú, Noa y otros tantos artistas que he tenido el placer de ver en directo (muchos de ellos en primera fila).
Este nuevo año está lleno de conciertos y podré disfrutar del directo de Vetusta Morla de nuevo, The Script, Vega, Muse, Neus Ferri, Lenny Kravitz...y espero que muchos más. Es cierto que se me escaparon varios artistas como Nickelback, One Republic, 30 Seconds to Mars y Placebo, pero ya los recuperaré cuando vuelvan de gira.
Esta es de las diferencias más grandes de vivir en una gran capital. Antes me gustaba mínimo unos 200-300 euros en venir a Madrid a ver un concierto, pero ahora los puedo disfrutar solamente pagando la entrada. Qué suerte vivir aquí.
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