De puntillas recorro esta corta distancia que hace de tu cuerpo otro cuerpo distinto al mío. Sólo ese breve intervalo nos distingue, nos convierte en pronombres diferentes, en sueños paralelos que deambulan cogidos de la mano, recorriendo paisajes de extrañezas y asombros. En el felpudo de esta casa he dejado mis vértigos más antiguos, las crónicas de otras vidas semejantes, mi temor a perder esta partida en la que apuesto mi tiempo contra el tuyo.
Porque es tu temblor mi unísono y tu eco parte de mi estela; porque despiertan mis párpados y se abren al día preñados de ilusiones desnudas que a veces no sé cómo entregarte; porque tengo en la mochila un par de ausencias importantes y ciertas que comparto contigo cuando duelen; porque tal vez la vida continúe siendo en ocasiones ese proyecto oscuro que tu nombre ilumina y el mundo ese árido rincón del que nos escondemos para poder salvarnos. Porque hasta los gusanos de mi muerte han de saludarte cuando el tiempo me expropie la existencia, recorro de puntillas esa breve distancia para asomarme a tu cuerpo-precipicio.
Nunca una caída fue tan libre.
Silvia Curbelo Prieto
2 comentarios:
Hola niño, accedo a tu blog por casualidad (o tal vez no) y encuentro que has colgado un escrito mío (esa breve distancia). Mi ego se siente halagado (es inevitable, así es el animalito), pero más allá de eso, me gusta mucho (que jode) este espacio tuyo. Una cosa, de quién es la frase que encabeza el blog?
Hola! Menuda sorpresa...jaja. Pues yo también encontré tu escrito por casualidad en un link de un amigo y me encantó. Por eso lo tomé "prestado" para enseñarlo.
Imagino que te refieres a la frase "Puto loco jodiendo el coco". Pues escuchando una canción inédita de Vega que se llama "Un par de locos" que dice: "Tú y yo un par de locos, tú y yo jodiendo el coco". Me pareció que si fuera en singular hablaría de mí, y la retoqué un poco haciéndola titular del blog. ¿Cómo fue esa casualidad (o no) que te llevó a mi blog?
Publicar un comentario