El destino puede que esté escrito, pero ¿quién dice que no pueda borrarse y volverse a escribir? ¿Por qué no pegarle un "post it" al lado con algún inciso que nos venga bien? ¿Por qué no embadurnarlo con tipex para pode escribir encima lo que nos plazca? ¿Qué pasa si lo tiramos al mar y vamos a comprar uno nuevo y diferente? ¿Y si lo olvidamos en un banco y echamos a correr? ¿quizás romperlo en pedazos? Después de todo el destino no está tan destinado. Se puede malear, calentar, y es volatil.
Esté escrito o no, siempre se puede luchar contra él, aunque finalmente todos sucumbamos al fin. Unos antes, otros después, pero todos nos iremos. "Los vivos se pasan la vida diciendo que la vida es una mierda, y los muertos matarían a la propia muerte por volver a vivirla". Las paradojas del destino.
1 comentario:
Yo creo que el destino lo creamos nosotros, con nuestras acciones, actitudes e intenciones y la vida nos devuelve las consecuencias (buenas o malas) según hayamos actuado.
Publicar un comentario