jueves, 27 de agosto de 2015

ZURI

Aparecen tus noticias en aquel aparato que oscila entre ruido y luz.
Destellos que aniquilan la impotencia de que no estés tú.
Sigo mi camino desvalijando cielos que me lleven a estar contigo.
No necesito conocerte para saber que me pierdo sin sentido.
Vidas malgastadas que no sirven para nada más que odiar,
aunque tu existencia creó mil cometas en el cielo por brillar.
Rabia que me inunda por no poder luchar contra lo imposible.
Fuerzas que no tengo, más encuentro para luchar por libre.
Almas que se salvan sin que nadie pueda comprender por qué.
Tus ojos nunca vieron más allá que aquel triste amanecer.
Asalto estrellas donde pueda encontrar un poco más de ti.
Miedo me da seguirte tan lejos hasta no poder respirar más allí.
Lucho por lo justo de poder renacerte en cualquier otro rostro.
Ya no hay ningún rastro que sacie a cada uno de mis monstruos.
Alzándome para tocar terciopelo cerca de tu cuerpo que huye de aquí.
Sin lugar al que volver, sin lugar al que huir, sin lugar al que continuar, seguir...


miércoles, 26 de agosto de 2015

300 MIL KILÓMETROS

Cambié mis blancos y negros por tonos pastel por andar a tu lado. Caminé 300 mil kilómetros para comprender la complejidad de tu cerebro y caminé otros 300 mil más para estar a tu altura. Yo, que me encogía con la fealdad que mostraba mi espejo. Nunca vi que el tuyo brillara por tenerme enfrente, pero aun así...decidí quedarme por si el destino había creado una nueva oportunidad de ser yo mismo. Me aferré a cada una de tus frases de retórica aprendida como si fueran promesas que solamente yo me creí. Tanto decías que me besarías hasta la muerte y por lo que tengo entendido todavía sigues vivo. Ahora, esos kilómetros no me pesan tanto; igual he dejado de sentir por completo y las lágrimas ahora caen por saber que quien te acompaña vale más de lo que nunca valdrá alguien como yo.
Escondido en las tinieblas paso los días esperando a que los demás olviden mi nombre y dejen de señalarme con sus argumentos incomprensibles. Siempre soy el perdedor de las batallas, por el que sienten pena las casadas, por el que se enternecen los niños malcriados. No pude limpiar las habitaciones de tu alma en tiempo record, aunque aprendí que los recovecos contaminados siempre tendrán un toque grisáceo que oscurece la luz de la habitación. No dudo por el valor que tuviste al dejarme ordenando ideas que no eran mías sino tuyas; libros que no leías en estanterías demasiado débiles como para sostener tanta sabiduría. Y todavía hoy admiro el coraje que tuviste al no molestarte en entristecerte un poco por mi desdicha.
Y ahora estoy en mi vuelta, en mi camino de 300 mil kilómetros para alejarme de ti. Caminaré otros 300 mil más para volver a desaparecer y no tener constancia de la aureola de felicidad que te rodea. Seguramente él también hable portugués y algún que otro idioma de los Balcanes. Se ve atractivo e incorrupto, lo que hace que a tu lado hagan una mezcla perfecta. Una nueva marioneta culta, intacta, frágil. Me pregunto si él también estaría dispuesto a caminar tanto como yo. No tendrá miedo a rozaduras y callos, a asperezas o espolones que le duelan tanto al pasear. El amor que yo creía que era la cura al final se tornó en enfermedad y no me mató, pero me fue debilitando hasta quitarme la ilusión de volver a curarme o enfermar. Los 600 mil kilómetros iniciales sin parada ni avituallamiento....en fin, me dejaron así; aquí....sin ti....sin mí. 


domingo, 23 de agosto de 2015

ANIMALISTA

Desde que era un niño mi fascinación por los animales ha sido latente. A los 4 años recuerdo a mi padre entrar en casa con una gata siamesa y ahí comenzó verdaderamente mi andadura como "animalista". No solamente viví la experiencia de convivir con una gata, sino que disfruté de su embarazo, sus crías, y de una de sus hijas durante muchos años más. Con dos gatas en casa (madre e hija) pude aprender muchos valores y sensaciones que 25 años después me cuesta describir. Tras 16 años vino la amarga despedida de Popy (así se llamaba la madre) y año y medio después la de Fiera. Para mí fue algo devastador. Yo salía del luto de mi madre y ellas fueron unos pilares importantes en mi "recuperación" (si alguna vez se supera). Poco después vinieron sus pérdidas y recuerdo perfectamente cada uno de los instantes de esos trágicos días.
Los animales han formado parte de mi vida desde muy niño: pájaros, peces, hamsters, chinchillas, gatos, perros, tortugas, saltamontes... mis visitas constantes a las tiendas de animales y mi fascinación por perseguir todo ser viviente que se movía. Ignoraba en ese momento que estaba labrando no solo parte de mi futuro, sino gran parte de mi personalidad. 
Tras la muerte de mis gatas, aunque todavía vivía mi perro, el destino me tenía reservado otro encuentro casual. Salvé a una gatita que estaba siendo maltratada por unos niños. La llevé a casa y es la gata que actualmente tiene mi padre y se llama "Phoebe", aunque mi padre no lo sepa a estas alturas. Poco después tuvimos que sacrificar a "Sweet", nuestro perro y yo me independicé. Este paso fue importante y desde el primer día que empecé a vivir solo supe que necesitaba otro gato en mi vida. Ahí apareció "Sergio", mi compañero de viaje. El que mejor me conoce, más me comprende y me consuela. Él ni me juzga, ni me reprocha, él solamente escucha y me mima. Es mi otra mitad y sin él no hubiera superado muchas de las situaciones que he superado en la vida. Adopté otras dos gatas con las que conviví dos años, aunque actualmente no viven conmigo, pero suelo verlas de vez en cuando. Siempre he tenido presente ese instinto felino allá donde voy. Incluso mi Erasmus a Austria fue compartida con "Twix" o "Katze", que vivían en el piso que compartí durante mi estancia en Graz.
Seguramente para los que nunca han tenido mascota, o para los que no son amantes de los animales esto les parezca absurdo, estúpido, exagerado e ilógico, pero hoy, a mí...me da igual.
Mi vida ha estado marcada por mi amor a los animales; los veo pasear por la calle, los busco en las ramas de los árboles, en cada uno de mis viajes, en perfiles de instagram, en países extraños, en las tongas de libros que tengo de ellos. La única razón por la que nunca quise ser veterinario es porque tenía que verlos morir, de lo contrario ahora mismo estaría trabajando en una clínica. Ciertamente no me saldría rentable porque me empeñaría en acoger todos los gatos y perros callejeros que viera.
Ahora que tengo mi personalidad muy formada y a mis 31 años puedo decir que parte de mi vida siempre irá destinada a ayudar a los animales de diferentes formas. Actualmente tengo dos gatos apadrinados con SOS Peludos, colaboro y estoy afiliado a Igualdad animal y Greenpeace, y aparte tengo mi granito de arena aportado en Teaming a varias perreras, protectoras, veterinarias que acogen gatos, cuidado de caballos, etc, etc. y hago donaciones esporádicas a la causa siempre que puedo.
No sabría si llamarlo activista, animalista, amante de los animales o dejarlo sin denominar, pero lucho fervientemente en todo lo que puedo por la abolición de los toros en España, para mí la pelea más importante de todas. Los hay que me llaman radical, cruel o inhumano por desear la muerte del torero; tampoco se trata de desearla, pero no siento compasión por ella. Un animal se mueve por instintos y no razona y nosotros, como seres racionales que somos deberíamos ser conscientes que el dolor de un animal nunca podría ser bien cultural, arte o disfrute y goce de las personas. 
Aquí se remontan muchas preguntas de por qué soy o no soy vegetariano, por qué defiendo animales a capa y espada si como pescado o por qué hay animales que no como nunca y otro sí. No tengo la necesidad de dar explicaciones al respecto porque yo mismo ando en mi propio proceso de transición y decisión, pero esto no quita que la caza y la pesca como afición me parezca cruel y fuera de lugar. He tenido muchos debates y discusiones al respecto porque no mucha gente comparte mis ideales o mi ética, pero al contrario que ellos, yo no voy puerta por puerta convenciendo a nadie para que se haga vegetariano o para que ayude a los animales. No tengo que dar clases de ética y moral a nadie que no quiera escucharlas, pero tampoco permito que intenten convencerme de nada porque no lo conseguirán.
Para mí, el reino animal es algo que no podría explicar. Yo realmente sufro con las cazas furtivas, con los animales en peligro de extinción, con los malos tratos de animales, tauromaquia, cazas de focas para robar sus pieles, zoológicos, circos con animales, el asesinato de Excalibur, los abandonos de recién nacidos en la basura, perros maltratados en bolsas de basura, la muerte del gato que un niño mató de una patada, del abandono de aquel perro lanzado cruelmente a una protectora, la masacre brutal que ocurría en Nepal, caza de patos en Girona, peleas de gallos, de perros, cazas de rinocerontes o elefantes por marfil, caza de trofeos...para mí cada vida cuenta. Es cierto que hay mucho que está fuera de nuestro alcance, pero también es cierto que hay mucho que se puede hacer y que se está haciendo. Hay muchas victorias conseguidas y muchas que se conseguirán en corto plazo. Hay largas batallas que parecen imposibles, pero que yo tengo la fe de que vamos a ganar y con o sin ayuda del resto de la sociedad, se van a conseguir. Yo estoy convencido que esto es una causa justa y es por la que he decidido luchar y voy a seguir luchando desde que a los 4 años tuve mi primer gato hasta el día en que me muera. 
El primer paso para mí siempre ha estado claro, y es impedir todo ese maltrato animal que se haga de forma gratuita, innecesaria y por razones sociales, ideológicas, culturales, religiosas o por maldad pura y dura (que lo hay y mucho). La educación y la reeducación son muy importantes como padres y como seres adultos que somos para crear en las próximas generaciones un sentimiento de respeto hacia la fauna. 
A los que me hablan de animales que son plagas y necesitan exterminio les diré que el ciclo de la vida es muy sabio, y que dejen hacer a los profesionales que saben dónde están y cuál es su misión. Solamente espero poder ver erradicada la tauromaquia y que se convierta en una pesadilla del pasado de la que no nos sentimos orgullosos. De momento, en Canarias y Cataluña está abolida y en muchas otras ciudades de España también. Los activistas nos estamos moviendo y mucho y la gente está concienciándose que no es lo que queremos que nos represente en nuestro país. No es justo, es cruel y es vergonzoso. No es arte; es incultura y crueldad. Ese es el primero de los pasos y si para ello hay que saltar al ruedo a enfrentarse a los toreros o manifestarse un domingo por la mañana o un sábado por la tarde, es lo que haremos todos los que creemos y luchamos por nuestros ideales. A los que prefieren quedarse en casa haciéndose selfies y piensan que no hace falta ir porque ya hay muchos idiotas que van les digo que se equivocan mucho. Las causas justas hay que lucharlas y a nadie le apetece salir de casa para hacerlo, pero no hay otra forma. Compartir en facebook o darle a "me gusta" no es suficiente, hay que luchar hasta el final, y en ese punto precisamente es donde yo me encuentro ahora, y sí, a mí esta forma de vida me hace feliz. 


martes, 4 de agosto de 2015

PURÉ DE ILUSIONES Y MENTIRAS

Vivió experimentando cosas demasiado avanzadas para su edad, descubriendo galimatías que no le correspondían. Su historia, quizá de las más tristes que he escuchado ya no enternece a nadie y a base de equivocaciones se labró un carácter difícil de llevar. Sin embargo, yo, enamorado hasta las trancas decidí no solo abrir una puerta, sino todas mis ventanas internas para que entrara su sol deslumbrante. Iluso yo, que no caí en la cuenta que el sol también quema lo más profundo hasta dejarlo seco, muerto e inerte, como el corazón que hoy no late en mi pecho.
Mi colchón se niega a cambiar la silueta que dejó la última noche que compartimos un amor doloroso en que yo sí creía. La almohada, aun retiene el olor de su cuello tras siete lavados intensos de un par de horas cada uno. No importa las veces que tire sus pertenencias porque siempre acaba algo suyo nuevo debajo de mi alcoba, en el suelo, en la esquina, sobre la mesa, o dentro de algún caldero. Los ratones, supongo, que juegan a destruir mis ganas de no vivir una vez más.
Lo seguí hacia aquel precipicio desde el que no pensaba saltar, y yo, con mi vértigo sin diagnosticar me alongué un poco más para ver de qué color era el vacío. No sabría decir si negro o gris, porque la caída fue demasiado estrepitosa. Ese fue el punto álgido de la toxicidad en la que vivía. Yo, ciego aunque con visión, no me daba cuenta de nada. A veces...se nos rompen los órganos y por no cambiarlos acabamos creyendo que siguen funcionando. Mi oído, mi gusto, mi tacto y mis 8 sentidos seguían pendientes de él, como bajo un hechizo que todo lo puede. 
La vida dejó de terminar para mí cuando dejé que empezara para él. Su nombre, aparecía de repente en cada una de mis horas, en cada una de mis fibras, en toda mi estupidez. Yo negaba en las esquinas, lo defendía en cualquier posada y quitaba el habla a todo el que no hablara sobre él en frase afirmativa. La pasión que nunca llegué a vivir me pareció tan real que moría por recibir sus manos ásperas, sus besos secos, sus abrazos congelados. Así pasaron los meses; de casa al trabajo y del trabajo a él, todo tenía por destino él, todo tenía de camino él y todo llegaba a su fin con él.
No había medias tintas, pachas o particiones. El todo o nada del amor suicida se había apoderado de mi existencia y yo no me veía decir su nombre en medio de la noche mientras dormía. Su torso, convertido en mi escudo de mentira era todo lo que necesitaba para descansar, y su abdomen eran mis paseos diarios que me hacían respirar. Ahí nacía y moría cada tarde y cada noche. Yo, ensimismado en un cuerpo con huesos lleno de historias tenebrosas sin contar.
Así terminó la cruz que llevo colgada a mi espalda, que ya no tiene ni dueño ni ganas, ni intención de ser feliz. Así de estúpida sigue permaneciendo mi cama que se niega a darme tregua hasta que no vuelva él y mi casa, que testaruda más allá de sus paredes no me deja vivir si no es con él ahí. Yo, que no tengo voluntad para nada me paso los días mirando techos y tejados, por si lo veo en alguno de ellos olvidado, intuyendo que piensa en mí. 
El futuro, que se ha nublado para tragarse mis nortes me hace retroceder a un estado de emergencia en el que no hay salida. Yo, con la misma ropa que no me he cambiado en días espero que las hadas existan y alguna venga a convertir una de mis calabazas en algo real. De momento, sentado en la cocina...paso la vida infinita haciendo puré y no de calabaza, sino de ilusiones y mentiras. 

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE