domingo, 23 de junio de 2013

TREINTA Y NUEVE

"LA MAYOR PARTE 
DE LOS HOMBRES 
NO QUIERE NADAR 
ANTES DE SABER".

 Hermann Hesse

WOLVERINES



...porque me he vuelto más visceral de lo que nunca pensé que pudiera ser, porque hay normas que me niego a cumplir si no entiendo su sentido. Porque nací en manada, crecí en solitario y me he convertido en un saco de huesos capaz de escoger un camino. Hasta las trancas, con cuerpo, alma y corazón; dedicado, apasionado, entregado, un sinfín de palabros que cada cual interpretará a su manera y que verán desde su lado del espejo. En el mío, nada más que un lobo estepario mirando al horizonte.
 
 
 
Está bien.
Saca a lustre tus nudillos
aunque enseñes los colmillos dará igual,
dará igual.

Está bien.
Bate el suelo con tu rabia,
saca garras y nos vamos a matar,
que sea ya.

Está bien, está bien, está bien.

Está bien.
Cuando quieras darte cuenta no estaré,
ya me habré ido,
del zarpazo aquel que guarde es más mortal.
Servirá.

Está bien.
Como lobos malheridos, solitarios,
confundidos en un duelo donde el miedo es el rival,
aullarán.

Está bien, está bien, está bien, está bien.

Está tan bien que ya no hay vuelta atrás,
dejemos que la fuerza ocupe su lugar.

Está bien, está bien.

Está tan bien que para que aguardar,
dejemos que el instinto corra en libertad.

Está bien, está bien.

Está tan bien que ya no hay vuelta atrás,
dejemos que la fuera ocupe su lugar.

Está bien, está bien.

Está bien, está bien.

Está tan bien que no habrá que empezar,
llevamos tiempo muertos antes de luchar.

Está bien, está bien.
 
 
                                                                                                                                                                                              Mercedes Mígel Carpio        
 
 


miércoles, 19 de junio de 2013

MI VIDA SIN MÍ (GUIÓN)






-Esta eres tú, los ojos cerrados bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así. Nunca te habías visto como… no sé cómo describirlo, como una de esas personas a las que le gusta la luna o que pasan horas contemplando el mar o una puesta de sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando… o tal vez no. Da igual, a ti te gusta estar así, desafiando al frío, sintiendo cómo el agua empapa tu camiseta y te moja la piel, y notar cómo la tierra se vuelve mullida bajo tus pies y el olor, y el sonido de la lluvia al golpear las hojas. Todas esas cosas que dicen los libros que no has leído. Esta eres tú, quién lo iba a decir… tú. 



-Rezas a no sabes qué ni a quién, pero rezas, y no sientes nostalgia de la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada; ni siquiera nostalgia. 



-¿Quieres saber por qué vomito? Vomito porque cuando tenía ocho años la que era mi mejor amiga fue diciendo por ahí que yo era una zorra. Vomito porque cuando tenía quince años no me invitaron a la única fiesta a la que he querido ir en toda mi vida. Vomito porque a los diecisiete años tuve mi primer hijo y tuve que hacerme mayor a la fuerza. Y ya no me quedan sueños. Y sin sueños no se puede vivir 



-Mi querido Lee,
Imagino que cuando te llegue esta cinta ya sabrás que he muerto, y bueno... esas cosas... Quizás estés enfadado conmigo, o dolido, o triste, o molesto, o quizás todo a la vez... solo quiero que sepas que me enamoré de ti. No me atreví a decírtelo porque pensé que en cierto modo lo sabias, y no me di cuenta de cómo se iba el tiempo. Tiempo es la única cosa que no me ha sobrado últimamente. La vida vale más de lo que crees amor mío. Lo sé porque tú llegaste a enamorarte de mí aunque vieras.. ¿cuánto era? ¿un 10%? ¿o un 5 tal vez? Si hubieras visto todo quizás no te hubiera gustado, o te habría gustado a pesar de ello. Ya nunca lo sabremos. Una última cosa Lee, por amor de Dios, ¡Pinta las paredes y compra algunos muebles! ¿de acuerdo? No quiero que la próxima mujer que lleves a tu casa se haga una idea equivocada de ti y escape antes de conocerte; que no todas están tan locas como yo. 
Me encantó bailar contigo. 



-Pensar... no estas acostumbrada a pensar. Cuando tienes un hijo a los 17 años con el único hombre al que has besado en tu vida y luego otro a los 19 con el mismo hombre, y además vives en un remolque en el jardín de tu madre, y tu padre lleva 10 años en la cárcel no tienes tiempo de pensar. Quizá se te ha olvidado por falta de práctica. 


THE HOLLOW

Aquí es una madrugada extraña con nuevas sensaciones que duermen dentro de mí, se despiertan y me hacen temblar; en ocasiones, incluso brotan lágrimas de mis ojos. ¿Qué hay dentro del ser humano que provoca todo esto? En otro lado del mundo es pleno día, pleno sol, duro trabajo. Así es el planeta que va girando, repartiendo estaciones con sus días y sus noches. Enseña lunas, estrellas y nubes. Probablemente sea todo eso lo que nos obliga a sentir tantas emociones.
La de hoy no fue como la de ayer, ni será como la de mañana. Hoy sentí un corazón roto, pero no era mío, era de alguien que no veo, que posiblemente sea feliz en el lugar en el que está. ¿Quién lo habrá roto? ¿Acaso importa eso ya? Seguramente vuelva a su mente de vez en cuando para recordarle que somos seres que sentimos y padecemos. Sin embargo, en cualquier otro momento del tiempo también fue el culpable de otro corazón roto. 
El ser humano no es más que un corazón roto y recompuesto que vaga por el mundo derrochando la primera sensación que surge. Unos buscamos calor y nos acercamos a otros, algunos quieren soledad y tranquilidad a la sombra, otros desean reírse a carcajadas. Lo que yo deseo es no romper más lazos, seguir cultivando los que tengo y mimarlos para que nunca mueran. 
Entonces no seremos otra cosa que personas que se encuentran con personas para finalmente conocerse y entonces luchar de forma interna hasta que uno de los dos desgarre el corazón del otro. Tras una derrota volverán a conocer a alguien más e intentarán vencer esta vez y así de forma indefinida hasta que los corazones tienen tantas cicatrices que se ven incapaces de volver a amar. Tiene sentido...
Mi corazón puede que tenga varias cicatrices, puede que haya ganado varias guerras y destrozado algo dentro del pecho de otras personas. Mi corazón, en ocasiones, me pide olvidar muchas experiencias, me pide que vuelva a ser la persona de antes que creía en la vida, en compartir, en inspirar... A veces creo que lo soy, otras no sé quien soy. Puede que mi corazón no sea finalmente mío y alguien me lo haya robado ya. Entonces no sé con qué parte de mi cuerpo he vuelto a amar y qué late y me hace respirar. ¿Cómo bombea la sangre en mí? 
El corazón está formado por muchos deseos, unas cuantas ilusiones y cientos de quizás. Vive en una eterna incógnita que nadie sabe dónde terminará, pero no se puede parar. El corazón es lo que une los lazos de amor, de vida, de amistad, y si terminamos rompiéndolos sabremos dónde vamos a terminar: en algún lugar oscuro y desolado, un sitio del cual no hay retorno posible, la oscuridad.

lunes, 17 de junio de 2013

7 SENSACIONES

-La sensación de pertenecer a un lugar al que nunca hemos pertenecido antes, que te atrae y donde la fuerza de gravedad parece que no tiene poder en absoluto. Absorbe todo lo que tenemos mientras nos obliga a centrar todos los sentidos en su propia presencia.

-La sensación de tener mariposas en el estómago que revolotean sin llegar a marear. Parece que pudieran salir volando por nuestra boca para reflejar con colores el amor especial que sentimos, pero nunca podemos expresar con palabras, un amor atemporal. 

-La sensación de felicidad momentánea que nos hace no dejar de sonreír allá donde miramos. La fuerza con la que lo vivimos es tan intenta que parece que nada en este planeta, ni siquiera la mayor catástrofe...puede estropear ese mágico momento de euforia.

-La sensación de mirarnos en el espejo y vernos diferente. Nuevas muecas que vamos descubriendo para sacar lo mejor de nosotros mismos. Es el primer paso a la auto-aceptación para darnos cuenta que si queremos ser amados...primero hemos de amarnos a nosotros mismos. 

-La sensación de complicidad con otra persona; de decir versos con la mirada, frases con un guiño. Es justo la línea que se crea entre dos individuos que solamente necesitan mirarse para saber qué fue lo que ocurrió. Esa magia intuitiva que todos llevamos dentro.

-La sensación de poder ser uno mismo frente al mundo. No tener vergüenza a lo que pueda salir por nuestra boca o a cómo debemos mover el cuerpo y las manos. Reírse del propio sentido del ridículo para empezar a mostrar al mundo nuestro verdadero yo y no el que todos esperan ver.

-La sensación de ser diferente, de no copiar a nadie, de ser genuino, único e irreemplazable. El amor devoto a la diversidad, a encontrar siempre a alguien que nos sorprenda, que nos haga reír o llorar de alegría. Simplemente una persona que nos robe una sonrisa.



viernes, 14 de junio de 2013

LAZOS DE AMOR

Después de mucho tiempo he podido sentarme, y ya no solo a escribir, sino a reflexionar. Siento que una etapa muy importante de mi vida se cierra, y como cada módulo que se cierra, hay que dejarlo bien cerrado y tener el siguiente buscado para comenzar a leerlo, o en mi caso, a escribirlo. Mienten los que dicen que las vidas no se escriben; la mía por lo menos sí, y no aquí, en este blog intermitente que seguramente me haya denunciado por abandono, sino que la escribo a medida que la vivo. Lo único que tengo claro es el final, y como no sé cuándo llegará...me entretengo escribiendo lo mejor que puedo y aprendiendo de ello.
Este capítulo comenzó hace tres lejanos años cuando el destino me llevó a empezar el ciclo de interpretación de lengua de signos. Quién me iba a decir a mí que yo iba a poder hablar con las manos y mucho menos convertirme en intérprete, una palabra que me era ajena en aquel entonces. Esta época de mi vida ha sido muy feliz, pero también muy sufrida emocionalmente, anímicamente y psíquicamente. Hoy puedo decir que superé todos los obstáculos sin problemas (no tuve que repetir asignatura, no suspendí exámenes ni prácticas y pude formarme en un año más para convertirme en un mejor profesional), puedo decir que he conocido a gente maravillosa en el mundo de la discapacidad auditiva, de la lengua de signos y de la comunidad auditiva. Me llevo grandes amigos, grandes profesionales con un gran potencial humano que es lo que más me llena de este mundo. Este ciclo me ha dado tantas cosas que me sería imposible enumerarlas aquí, pero mi memoria las tendrá muy presentes durante un largo tramo de mi vida. 
Mis familiares y amigos probablemente no comprendan (sobre todo mi familia) la complejidad de lo que hice durante estos tres años. Ni licenciarme hace algunos años me resultó tan duro, y eso que suspendí más de una asignatura. Esta profesión absorbe, requiere tiempo, dedicación plena, sacrificio y formación continua. Incluso ahora, ya siendo un profesional titulado tengo que seguir luchando para actualizarme, para seguir formándome, para aprender mucho más de lo que sé. Es un mundo muy competitivo y quién sabe si algún día podré trabajar en este ámbito, a mí me encantaría. Una de las pruebas más duras fue compaginar estos tres años de estudios con mi trabajo de jornada completa. Hice turnos infinitos, miles de noches para poder estudiar e ir a clase. Fines de semana enteros sacrificándome, vacaciones sin descansar, noches sin dormir... Les debo tantos favores a mis compañeros de trabajo que no podría agradecerlos en una vida completa, pero cuando uno lucha por conseguir algo, al menos yo, me dejo cuerpo y alma y eso hice. Ahora, con 29 años y un bagaje importante a mis espaldas me siento completamente satisfecho con lo que he conseguido, orgulloso de muchas cosas. No me refiero a los títulos cuando hablo de orgullo, me refiero a la persona en la que me he convertido gracias a todos estos años de aprendizaje. 
A punto ya de terminar con este capítulo de mi vida he tomado una de las decisiones más importantes (mucho más que haberme independizado tan joven, y mucho más que haberme ido de Erasmus yo solo a un país en el que no controlaba el idioma), irme a Madrid. La pregunta de todos es: ¿por qué? Y la siguiente pregunta es: ¿Por qué Madrid? Yo te imagino más en Inglaterra. Ya directamente descarto Inglaterra como opción a mover mi residencia y no solo ahora, sino para siempre. El falso mito que los que estudiaron filología inglesa acaban en Gran Bretaña no se ajusta a mi perfil. Si acaso terminaría en Nueva Zelanda, Australia o Estados Unidos, y tampoco creo que se dé el caso. El destino de Madrid fue por varias razones: tengo algunos amigos en esa ciudad, necesitaba quedarme en España para no perder la lengua de signos recién adquirida, Madrid está llena de conciertos, de teatros, de vuelos directos a muchos sitios, está rodeada de ciudades que me son ajenas (muchos de mis amigos no comprenden cómo he ido a Swazilandia, Zimbabue o Eslovenia y nunca he pisado Andalucía o Galicia). Ciertamente necesito conocer muchas más cosas de España (mi país) que no están en los libros y que no se pueden leer en wikipedia. ¿Cómo voy a vivir en el extranjero si no conozco mi propio país? Es por ello que Madrid fue mi elección y el primer paso que voy a dar. Hoy, también como novedad he decidido que me voy a dejar llevar y que no pondré un destino final hasta que realmente no me apetezca hacerlo. 
Los motivos de irme de Tenerife, de Canarias, las islas afortunadas donde el clima es tan cálido benévolo son muchos y muy diversos. Siempre me dicen que aquí lo tengo todo: un trabajo fijo, mis entrenamientos de tenis, miles de amigos, mi familia, mi pareja, pero a veces no es suficiente tenerlo todo. En ocasiones estoy rodeado de gente y me siento solo. Es justo esa sensación de agobio que tengo aquí dormida en mi interior. El cuerpo me pide movimiento, me pide absorber mucho más de lo que sé, me pide aprender, conocer gente, seguir evolucionando. Los motivos de dejar Tenerife, de abandonar mi trabajo en época de crisis, de separarme de los míos, son motivos que igual no puedo explicar. Necesito reinventarme, necesito poner en práctica lo que he estudiado, necesito encontrar un trabajo en el que me sienta realizado, o al menos intentarlo. Si no lo encuentro no será porque no lo he buscado y dicen que sobre los cobardes no hay nada escrito. 
Para mí 2013 ha sido un año extraño. He conocido a personas muy especiales que han llegado a mi vida y que a día de hoy son grandes amigos y los quiero. Ciertamente me da mucha pena dejarlos ahora que habíamos creado una amistad tan bonita (la amistad, para mí de los lazos más necesarios en mi vida), pero da igual donde yo esté...porque mi gente siempre tendrá un hueco para quedarse. Yo no soy de los que se va y desaparece, de los que no vuelve a llamar y olvida. Yo seguiré en contacto con la gente que necesito, que me ha dado tanto y en los que confío por muchos motivos. Siempre he cuidado mucho mis amistades y son ellos los que en gran parte me han convertido en lo que soy todos estos años que me ha faltado mi madre. Mi familia sigue llenando mi memoria de buenos recuerdos y espero que entiendan mi necesidad de irme ahora. Siempre he sido un soñador que cumple ilusiones tras perseguirlas a capa y espadas y esta ocasión no podía ser menos.
Esta nueva etapa que se abre para mí es un reto que voy a afrontar con ganas, con fuerza y con esperanza. Espero que Madrid sea la ciudad que me ayude a terminar de escribir mi primera novela, que me permita seguir formándome un poco más y que me abra alguna que otra ventana laboral por la que pueda colarme y aunque sea aprender durante un periodo de tiempo. Mi gato Sergio es como mi hijo y se viene conmigo a esta nueva aventura. Ahora mismo no se imagina nada, pero ya me odiará cuando estemos de camino y dejemos atrás el clima de Tenerife. Sin embargo somos un equipo indivisible y va a tener que acostumbrarse a su nueva ciudad. Esto responde a otra de las sugerencias de mis amigos de por qué no dejo el gato a alguien en Tenerife, que los gatos solo traen problemas para alquilar un piso, etc. Si convivieran con él sabrían que no es un simple gato; es "el" gato, y se viene dondequiera que vaya yo. 
Sentía la obligación-voluntaria de escribir estos párrafos expresando mis sentimientos, explicando mis motivos, y mostrando mis perspectivas. De igual forma las personas que tienen un hueco en mi vida en esta etapa que cierro, seguirán conmigo en la nueva etapa que empieza en septiembre, así que espero que sigan con tantas ganas como yo haciendo que estos lazos invisibles que nos unen crezcan cada vez más y se hagan tan fuertes que ni el océano pueda romper. Como diría perfectamente Brian Weiss...son los verdaderos lazos de amor.

martes, 11 de junio de 2013

LEY 60

"UN GRAMO DE IMAGEN EQUIVALE A UN KILO DE RENDIMIENTO".

R E S P I R A

Aquella línea que todos cruzamos al nacer, y que, irremediablemente tenemos que volver a cruzar cuando marchamos. Bien por decisión propia, por obligación divina o del destino, por cientos de motivos que nadie podría explicar hoy, en pleno siglo XXI. Entramos tantas veces en aquel edificio blanco con olor a incertidumbre sin saber si podremos salir esta vez. Allí es donde empieza la verdadera batalla. Llegar a ese lugar significa que hay opciones por muy remotas que sean y desde ahí podemos aferrarnos a la vida o dejarnos vencer. El truco es respirar.

"Respira, abrázate fuerte a la vida, no dejes que esa línea lo decida y te lleve a tres dimensiones de aquí. Respira, abre los ojos y mira a quienes te rodean, tan sólo es abrir la mano y dejarles que te guíen a la luz. Respira, si duele despierta igualmente y grita, que quieres quedarte en tierra firme con quienes te admiran. Respira, demuéstrale al mundo que aunque la vida no siempre es justa hoy para ti no termina...respira...".

A él, para que decida respirar 
y seguir descubriendo las cosas bonitas que le esperan en esta vida

domingo, 2 de junio de 2013

VIGÍA DE LAS ESTRELLAS

Aquel lugar tranquilo y apacible. Ese sitio en el que Damián no tenía que dejar de ser él mismo. Podía pensar en voz alta, gritar susurrando al viento, sonreír por dentro. Todo lo que ya el planeta Tierra ha dejado de hacer...podía ocurrir con tan solo un parpadeo, un pequeño aleteo de mariposa. Aquel lugar, sin embargo, era diferente. Era una casa, una morada con un puñado de personas que se amaban tanto que el corazón se les quedaba pequeño, se tenían tanto cariño que abrían las ventanas para que saliera un poco y no explotasen esas cuatro paredes llenas de amor. De aquello hace ya más de 10 años.
 
Damián creció, se hizo mayor, se convirtió en un hombre cultivado, alegre, vivaz. Aquella casa de derrumbó por el destino, fue aquella fatídica tarde la que provocó que en apenas unas horas, toda una construcción se demoliese. Nadie pudo evitarlo, ni con palabras, ni con abrazos, ni con pañuelos. Desde entonces los partícipes de la felicidad tomaron diferentes rumbos. Cada uno un camino que doliese menos, un sendero que no les llevase a pensar demasiado en lo que tuvieron y se desmoronó. Pero todos seguían teniendo algo en común, aquella estrella que brillaba en el cielo.
 
Norte, sur, este y oeste...daba igual el rumbo que hubiesen cogido, siempre el cielo de techo los alumbraba. Allí arriba se ocultaba ese vigía de las estrellas. Cuenta la leyenda que en cada estrella se esconde un vigía que subió de la Tierra al cielo y desde arriba contempla y controla el universo entero. Ocurre porque los dioses necesitan que exista un equilibrio en la Vía Láctea y es por eso que las almas han de elevarse a vivir en una estrella. La estrella de Damián, como no, era para él la más brillante de todas. Se encontraba justo en la constelación de Libra, la poderosa balanza de la justicia. Cada noche Damián miraba hacia arriba y veía cómo aquella estrella blanca brilla, como guíñándole un ojo. Entonces él sonreía y podía irse a dormir tranquilo.
 
No era otra cosa que saber que aquella estrella lo protegía, lo que hacía que Damián hubiese encontrado la felicidad de muchas otras maneras: llenando su vida de buenos amigos, de libros interesantes con grandes historias, de una ética que llevaba a raja tabla y de un guión que iba creando a cada paso que daba. Así pasaban los meses del año y las estaciones, con sus hojas recién brotadas, luego secas, luego caían y así un ciclo que se renovaba cada 365 días. Así los contaba Damián, uno a uno, siempre mirando hacia arriba. Daba igual la estación, aquella estrella siempre estaba en el mismo lugar, daba igual si el resto de las estrellas se movían, su vigía jamás lo abandonaba.
 
A medida que Damián iba cumpliendo un año más, le entraban más y más ganas de saber de qué estaba formada aquella estrella. ¿Tendría cuarto de baño? ¿Existirá allí arriba el aire acondicionado? ¿Y los libros, se quemarán con tanta luz? Leyó en enciclopedias que una estrella no es otra cosa que un objeto con luz propia, que muchas estrellas juntas formaban constelaciones y muchas otras cosas de temperatura, presión, gas, astros y polvo cósmico. "¡Qué fascinante debe ser vivir ahí arriba!", pensaba constantemente. Cada día llegaba a casa con la clara intención de seguir leyendo sobre estrellas: Antares, Castor, Pólux, intensidades, brillo... "¿Cómo será la estrella en la que habitas mi vigía? ¿Habrá sitio para dos allí? Seguro que sí, se convencía a sí mismo".
 
Después de pensar que ya no existía nada más en aquel planeta por lo que seguir adelante, después de conocer en propia piel qué es un vertido de petróleo, el calentamiento global, las bombas atómicas, los atentados terroristas, la extinción de especies, los asesinatos y otro sinfín de barbaridades que se habían creado ahí debajo diariamente, Damián tomó una decisión. De nada servía seguir ahí si todo lo que siempre había ansiado estaba en aquella estrella. Ya era hora de convertirse en vigía y poder acompañar a la persona que le dio toda la luz que poseía. Aquella que lo vio nacer, crecer, que le enseñó todo lo que sabía. Era su vida y era su decisión.
 
Aquel día Damián esperó a que anocheciera mirando aquella estrella. Cogió su coche y condujo muy despacio hacia el acantilado al que solía ir cuando era pequeño. Una vez allí, escribió varias cartas. Una se la escribió a los habitantes del planeta, a los culpables de todo lo que estaba ocurriendo, otra la escribió a los habitantes de su casa, aquella casa llena de amor, escribió varias cartas a sus amigos, con los que había pasado los mejores momentos en esos últimos 10 años y una última carta sin remitente, donde escribía que iba a convertirse en un vigía de aquella estrella que estaba a la izquierda del centro. Daba igual si podían encontrarla o no, la reconocerían porque brillaría tanto como él.
Entonces se armó de valor, echó a correr y saltó al viento. Extendió sus brazos como si fueran alas y las agitó mientras sonreía. Al contrario que las aves, Damián bajaba por el centro del acantilado cada vez más rápido hasta que desapareció en la oscuridad. Súbitamente se despertó en un lugar que le era totalmente desconocido y allí notó su presencia.
 
Su vigía en el cielo estaba ahora frente a Damián, llorando, con la cara ardiendo por culpa de las lágrimas. Se acercó a él y lo abrazo tan fuertemente que sintieron que se convertirían en una sola persona de un momento a otro. No se escuchaba nada, ni siquiera el silencio, era todo como un flotar invisible que no se podía tocar ni palpar. Sin separarse de Damián, su vigía le preguntó con la voz temblorosa:
 -¿Por qué lo has hecho? Eras feliz allí abajo, lo tenías todo. ¿Qué te ha llevado hasta aquí?
 -Mamá, tenía que hacerlo, estaba empezando a olvidar tu rostro... - contestó Damián.

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE