lunes, 26 de noviembre de 2012

TREINTA Y SIETE

"SI SUPIERA QUE EL MUNDO SE ACABA MAÑANA, YO HOY, TODAVÍA,
PLANTARÍA UN ÁRBOL".
 
Martin Luther King

PIECES OF MY DEPENDENCE (4th July 2006)

Many colors don't make a rainbow
and quite often the shadows can turn them black...full of tears
The same language with different accents, from diferent angles,
under different pressures.
There's no wrapping in here, at least not as far as my eyes can see...
 
Too much of something is not enough for me,
 but I can only try to make it everlasting.
But the infinitude always fades away...
ask all those souls we all have lost along our way.
In the end not only kindness matters,
so it's not enough to get down on your knees and pray.
Too easy and stupid.
 
In a country full of strangers only one wants to really know me...
isn't that crazy?
The center of my circle always moves around with me.
One step forward making two steps back;
that's me though, careless hair and dark eyes.
 Now more than ever. I want to change them now.
My eyes want to remain blue forever; freer as a waterfall...
and my hair....who does it need to have careless hair?
It's better to have the sun shine on it...golden and bright.
 
In a little island, a little boy follows a little dream.
On his way he met a big boy from a big island with many dreams already fulfilled.
It's time to go home now.
To cover my mistakes, to take back what it was gone,
and to remember you in the distance,
until the moment you come back by my side...
and kiss me with your clumsiness, which I love.
 
Since you've gone I've been lost without a trade
I dream at night, I can only see your face
I look around but it's you I can't replace
I feel so cold and I long for your embrace
so don't forget about us...I'll be watching you.

 

ALTIBAJO DE CAPÍTULOS (14/05/2007)

Y en mil ocasiones me veo como aquel chico que se queda quieto ante el peligro. Sin moverse y respirando en silencio. Expuesto a los elementos en la intemperie, y con una sonrisa guardada bajo el brazo.
Me siento frío y me comparo con un libro. Un libro que aún está sin escribir, y del cual es imposible descifrar su final.
Cada día voy llenando las páginas de buenos momentos; momentos inolvidables con la gente que quiero. Van surgiendo los titulares donde se clasifica todo lo que pasa por mi vida.
Me detengo un segundo y decido dar un paseo por la novela de mi vida. Empiezo por el encabezado que dice, “vivencias que hacen de mí un ser afortunado”. Y ahí pasan todos esos momentos con mi gente. Esos momentos de carcajadas, de abrazos y de sonrisas. Esos días en los que las preocupaciones no existían. Tan inocentes que ignorábamos el significado del amor, y tan atrevidos que desconocíamos el sentido del peligro.
Más adelante me choco con la jaula de la experiencia. Ese lugar donde todo lo que aprendido vive almacenado, pero como en cualquier reja, a veces se escapan las lecciones, y hacen que vuelva a cometer los mismos errores. Leyes de vida que una vez me convirtieron en lo que soy. Viajes a la inmensidad y palabras de sabiduría absorbidas con la más cuidadosa de las curiosidades. Trampas en las que caí sin red y cicatrices aún por sanar.
De repente me encuentro frente a mi zona favorita, “historias de amor que no eran para mí”. Ahí probablemente se guardan los golpes más duros y los momentos de los que he aprendido más profundamente. Personas de lugares distintos de los que saqué lo mejor de mí, todo lo que poseía y donde al final perdí hasta el último suspiro. En algunos casos gané una amistad de por vida, en otros un rencor infinito, pero siempre quedó en mi interior esa marca en forma de llaga que dice “¿Y si..?”. Después de todo no percibo mucho arrepentimiento en la habitación, así que puedo vivir tranquilo.
Y ahí está esa puerta enorme, entreabierta y ruidosa. Con un cartelito por fuera que dice: “momentos de vergüenza y carcajada”. Esas situaciones que me han cambiado el color de la cara. Palabras que sin pretenderlo, han hecho de mí un ser humano más. Absurdo, ridículo e imperfecto. He aprendido a reírme de mí todos los días, y eso no me ha impedido el tenerme mucho aprecio. Esa habitación en la que entro cada vez que estoy en las nubes, cada vez que estoy en mi mundo. Y de la cual siempre salgo con una sonrisa de oreja a oreja.
Mi libro se divide en capítulos que se van dividiendo según los momentos que pasan por delante de mis ojos. Es como una travesía hacia un destino desconocido.
Páginas llenas de imágenes y de momentos inmortalizados por mis manos. Instantes que dieron un giro a cada historia, y personas que cambiaron el futuro del autor, sin tener la intención de hacerlo.
Cada capítulo esconde su lado gris que procuro no zarandear demasiado, para que las lágrimas no caigan de repente y me hagan detener lo que estoy haciendo.
Apuñaladas a la espalda que más que dolor, han provocado en mi persona sorpresa y tristeza. Situaciones que no creí que pudieran darse conmigo, y momentos que no creí que viviría. Palabras que no salieron de mi boca, pero que entraron en mis oídos cuando otra persona las decía.
Y de vez en cuando me encuentro con ese pequeño ático con la puerta cerrada, pero que solo pasando a su lado, siento como se abre de par en par y me absorbe. No he sido capaz de ponerle cartel, porque desde que me acerco unos pasos, ya no puedo salir de ahí en horas, e incluso días.
Una habitación sin final llena de decepciones, de rabia contenida, de impotencia. Un espacio donde sólo hay sitio para el dolor y la desesperación, y una atmósfera de incomprensión que ni yo mismo he llegado a entender.
Cuando ya estoy tan débil que no puedo seguir en ese cuarto, me dispongo a salir, y la única conclusión que saco, es que mi vida se ha basado en la incomprensión.
Miradas de interés que en el fondo solo son señal de escepticismo y palmaditas en la espalda cuando ni siquiera se creían el motivo de mi dolor. Todo por culpa de la incomprensión.
Salgo de esa aura de extrañeza y me siento en mi mente a recapacitar. No se si soy demasiado raro para este mundo, o si no estoy preparado para esta época. Me cuestiono mi propia existencia y pienso si en algún otro lado del océano habrá alguien preparado para mí. Y me quiero ir de este mundo. No quiero seguir en un lugar donde las mentiras piadosas y la envidia sana tomen el poder.
Las páginas van moviéndose hacia atrás y vuelven hacia delante. Retroceden y se resquebrajan. Se van borrando las palabras, los hechos, y los momentos. Se cambian los significados y los actos. Se confunde todo y se desdibujan las formas.
La nitidez ya no forma parte de mi vida y cada nueva página hace que una memoria del pasado pase al olvido.
Se borra lo que más disfruto y se escriben momentos de dolor, de añoranza y de anhelo.
Nuevos personajes para mi historia. Nuevos signos para mi cuerpo y nuevas llamadas para mi oído.
Casi sin darme cuenta el día se vuelve soleado. Todo toma color, cambia de tonalidades y alegran mi historia. Algo en mi interior me indica que será momentáneo, pero intento sacar lo mejor de ello. Sonrío hasta la saciedad y llamo a mi gente para que estén conmigo. Ya no me apetece estar solo, ni me apetece caminar con la cabeza cabizbaja.
He decidido que hoy no le guardaré rencor a los traicioneros, ni le pondré la zancadilla a nadie. No haré de mi vida una pérdida de tiempo y trataré de escribir yo mismo las páginas de mi historia. Tomaré las riendas de mi destino sin necesidad de escudo alguno. Saldré ahí fuera y contaré todo lo que aún me queda por decir, y no volveré a casa hasta que las palabras no hayan cesado de mis labios. No importa el idioma, ni el dialecto. No importa el tono, ni la velocidad. Solamente importa el significado; el mensaje oculto que conlleva y la información subliminal que fluye. Apta para todos los públicos, asequible a todo tipo de mentes, y receptiva para todo tipo de sordera. Diré que estoy aquí, que quiero seguir aquí, y que esta vez es para quedarme.

viernes, 23 de noviembre de 2012

HOMOFOBIA A LA CARTA

Nadie me va a asegurar que no sea yo el próximo titular de las noticias. Pero no como un escritor novel, o como un gran poeta, sino como un maricón más. Una cifra que sigue engrosando estadísticas absurdas sobre todo lo que somos o dejamos de ser. Y si, soy gay, soy maricón, soy soplagaitas, comepollas, tragatrancas... hay tantos calificativos, y todos tan feos que ya no sabría con cuál quedarme. ¿Y qué más da? Después de todo no seré yo el que los utilice para denominarme porque antes que homosexual soy un ser humano y una persona. También soy licenciado en filología inglesa, intérprete de lengua de signos, estoy aprendiendo ruso y me defiendo en alemán. Yo pienso desde mi humilde blog que alguien enfermo no tendría todo lo que yo tengo, ni lo conseguiría como yo lo he conseguido o con las calificaciones que me preceden. También practico deportes: estuve bastantes años jugando a balonmano como lateral y extremo derecho, juego a padel, squash, tenis, y tengo un revés que podría sacar un ojo a cualquiera de los cobardes que se atreven a llamarme maricón. Porque además de ser humano soy hombre, y fuerza para ello no me falta. ¿Qué tienen ellos que no tenga yo aparte de ignorancia y estupidez? Que yo pueda apreciar...NADA.
Me atrevo a decirles que llevo años riéndome de la muerte en su cara, que no le tengo miedo y se cómo ataca. No es de mi incumbencia saber cuándo va a llegar mi hora o de qué manera, pero como persona libre que soy seguiré dando mi opinión aunque nadie la pida. Y en el morir ya se podrá pensar. Ahora les mando un cordial saludo a todos aquellos asesinos que matan por el mero hecho de ser diferentes, por la incomprensión de no respetar a quien siente atracción por los del mismo sexo. Los saludo porque es lo más benévolo que les va a esperar en el futuro, porque los vientos se vuelven tempestades y en este mundo ni el más listo se libra...y sobra decir que no es ni por asomo su caso. Cómo se va a ser inteligente obrando con tan mala fe. ¿Quién es nadie para arrebatar vidas ajenas? ¿Cómo pueden seguir viviendo después de hacerlo? Hasta los mercenarios o asesinos a sueldo al menos tienen una razón económica, injustificable, pero económica.
Que vengan a decirme que no somos una familia porque la etimología no lo concibe. Sin embargo las familias desestructuradas sí que lo son...destruídas, pero son familia. Es preferible que los menores que hay en orfanatos sigan viviendo ahí antes que con dos maricones o bolleras. Las mujeres maltratadas que acaban asesinadas también son una familia, y los maridos infieles que tienen doble vida son de envidiar también. Ciertamente existe tanta ignorancia escondida en su retórica que todavía no logro comprender cómo ciertos cargos de este país no se molestan en documentarse un poco más, y no hablo de abrir enciclopedias interminables o libros de consultas (entiendo que muchos apenas conocen el olosrdel papel), se trata de un cara a cara, de una entrevista, de un poco más de empatía o comprensión. ¿Acaso los homosexuales no pagamos impuestos, tickets de metro o entradas para ir al cine? Si tan enfermos estamos, todavía estoy esperando mi paga.
No me voy a poner a enumerar a los "seres" homófobos que han pasado por este país, que ya con la Sofía de Grecia (que no de España) que presume de reina, pero hasta la del ajedrez es más reina que ella, su intimísima Urbano y gran parte del Partido Popular tenemos de sobra. Sin embargo, no comprendo cómo integrantes de un partido político de derechas quedan a escondidas para darse por el culo, y perdonen la expresión. Esto sí que no sale a la luz, nadie lo cuenta, ni hablan de ello, pero tengo constancia de que ocurre. Al menos, también hay calificativos para esta acción (tantos o más que para gay) fachas, comemierda, hipócritas, infelices, desgraciados... Y podría seguir, pero me extendería más de lo que mi tiempo me permite dedicarle a su causa de traición política.
Comentar nuevamente que da igual los informativos que llenemos con nuestras muertes, las páginas de periódicos que ocupemos con nuestras esquelas, nosotros seguiremos adelante con nuestra causa y pidiendo una justicia que se nos ha negado desde siempre sin razón lógica. Y aprovecho para que todos los retrógrados a los que les molestan mis palabras, se apliquen una sencilla frase que yo utilizo muy frecuentemente: "Cada cerdo a su pileta". Y si yo no voy a mear a tu iglesia, tú no vengas a rezar a mi puerta.
Sin más, se despide un servidor.
 
 

domingo, 11 de noviembre de 2012

TAN VISCERAL...

Y le regalé mi vida envuelta en celofán con un enorme lazo rojo, y él, aquel que juró a los faraones que seguiría a mi lado hasta la muerte lo tomó, frunció el ceño y lo lanzó al mar de plata. Fue entonces cuando dejé de comprender a esta sociedad. Si él aún seguía vivo...entonces todo era mentira. Y fue justo así, con dos líneas en "a" menor, que comenzó mi mundo en solitario. A veces sin aire, otras con mucho calor y muchas noches con frío, apoyado en la pared mirando aquel enchufe que era a la vez vía de escape o cárcel. Un simple objeto marcaba aquella delgada línea entre latidos de un corazón y unas venas sangrantes. Todo muy visceral, como yo.
Finalmente se atrevió a llamarme, a reprocharme que no luché y que fue ahí donde nació la distancia entre el para siempre y un jamás. Dios sabe que peleé; con hondas, con lanzas, con espadas, con arietes, con catapultas, con mil objetos que inventé tan solo por hacer que funcionase. Siempre sin escudo; será por eso que mi cuerpo lleva tatuadas tantas cicatrices de guerra, tanta metralla hundida en el pecho, tanto dolor cargado en la mirada. ¿No luché? Roma fue un cuento de hadas en comparación a mi campo de batalla. Todavía veo la sangre manchando el suelo de marrón reseco y llena de marcas de tanto arrastrarme sobre ella. Todo muy visceral, como yo.
En un taxi, como los ricos de Nueva York, así fue como comenzó. Esta vez no eran amarillos o negros, sino blancos como la nieve, pero sucios por dentro...como en la vida real. Los que nunca han pisado nieve creen que es blanca con sus copos cayendo y el muñeco con la zanahoria. yo les confirmo que no, que la nieve es gris como el hollín. La culpa la tienen las pisadas, pero así es justo como hiciste conmigo, como si fuera un puñado de nieve. Y yo, en vez de convertirme en hielo duro...me derretí como los témpanos en verano. Posiblemente en unos años tampoco quede nada de mí. Todo muy visceral, como yo.
Las cartas que te enviaba, que ahora engrosan tongas de papel para reciclar en aquella nave. ¿Las leería alguien alguna vez? Todos mis versos de amor desenfrenado, de locura juvenil, de ganas de lanzarme al vacío. Me pregunto dónde habrá quedado el estúpido que las escribió...sepultado bajo algún seto seguramente. Yo apenas le reconozco ya, llorando en las esquinas y lamiendo heridas que ya nunca sanarán. Las ilusiones son lo que mantienen un cerebro con vida, pero las decepciones lo matan muy lentamente. Y yo, desde aquí abajo, más profundo que el mismo asfalto...le pregunto al amor de repente: ¿Por qué siempre soy yo el de la mala suerte?

viernes, 9 de noviembre de 2012

LOS DÍAS RAROS

Ábrelo, ábrelo despacio.
Di, ¿qué ves?. Dime, ¿qué ves? ..si hay algo...
un manantial breve y fugaz entre las manos.

Toca afinar, definir de un trazo
Sintonizar, reagrupar pedazos
en mi colección de medallas y de arañazos.

Ya está aquí ..
¿Quién lo vio bailar como un lazo en un ventilador?
¿Quién iba a decir que sin carbón no hay reyes magos?

Aún quedan vicios por perfeccionar en los días raros,
los destaparemos en la intimidad con la punta del zapato.

Ya está aquí ..
¿Quién lo vio bailar como un lazo en un ventilador?
¿Quién iba a decir que sin borrón no hay trato?

El futuro se vistió con el traje nuevo del emperador.
¿Quién iba a decir que sin carbón no hay reyes magos?

Nos quedan muchos más regalos por abrir,
monedas que al girar .. descubran un perfil.
Ya empieza el celofán .. y acaba en eco!!!
 
 
 
Vetusta Morla

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE