domingo, 28 de febrero de 2010

CONSULTA MÉDICA?

Las consultas médicas suelen ser un sitio un tanto peculiar para analizar. Debido a todo el tiempo que he pasado en sus salas de espera, he llegado a la conclusión de que hay varias reglas que todas las consultas siguen. Unos patrones que parecen seguir y que rara vez fallan. Incluso me atrevería decir que las salas de espera de la seguridad social son incluso más osadas que las privadas.
La primera norma a seguir es que los sillones sean incómodos. No importa que sean de plástico o acolchados, tienen que desesperar a los pacientes. Normalmente consiguen el objetivo.
Algo muy común en toda espera es que alguien hable en voz alta con otra persona para que todos los demás se enteren de la conversación o bien no puedan leer o concentrarse en lo que estén haciendo. En más de una ocasión suele haber varias personas "estridentes".
Otra norma al pie de la letra son los cuadros de la pared. Tienen que ser en su conjunto horrorosos y que no peguen con nada que haya en la sala. Si son abstractos, mal pintados o con borrones mejor que mejor. También los hay aburridos, de bodegas o fruteros. Normalmente están sin firmar...para evitar futuras represalias.
El orden de entrada nunca es el orden establecido al coger la cita. Normalmente debería ser por orden de hora, pero suele ser por orden de llegada. Ventaja para los que llegan pronto, que ahora llegarán aún más pronto para salir antes, y desventaja para los que llegan tarde, aunque otro día volverán más temprano para que no vuelva a pasar. En resumen, que la consulta acabará una hora antes y el médico tendrá más tiempo libre.
Está de más decir que la media de espera para ser atendido es de una hora como mínimo. si se tiene mucha suerte será atendido en 50 minutos, pero nunca antes. Bienvenidos a la sanidad española.

jueves, 25 de febrero de 2010

SIEMBRA...

Seguramente ahora esté con un rubio de flequillo con gomina que vive en la otra punta de la ciudad. Habrán quedado para conocerse y "lo que surja" después de las tórridas conversaciones del ordenador. Se estarán intentando impresionar mutuamente diciendo todo lo que no son y jamás en la vida serán. Habrán entrado en el bar "Acapulco" a tomarse unas copitas. Su cita pedirá una mirinda porque el alcohol le sienta mal. Después de cinco refresquitos él querrá ir a pasear mientras la conquista dirá "sí, mejor, porque creo que estoy un poco borracho de tanta gaseosa, seguro que tenía vodka". Se irán caminando mientras piensan cómo se van a toquetear al final de la noche.
Ninguno dirá que tiene pareja y que está trabajando para no perder puntos y polvo. Ahora se estarán dirigiendo a otro bar que tiene karaoke a partir de las siete. Empezarán a hacer versiones cutres de sus canciones favoritas de Madonna creyendo que cantan bien. Cuando termina el pase de micros empiezan a bailar al son de la música mientras se ponen remolones. Él dirá: "me encanta cómo hueles", mientras su cita le mirará a los ojos y sonreirá pensando "esta noche voy a mojar". Se van a un motel de mala muerte a practicar un poco de sexo inseguro irracional.
Lo que ÉL no sabe...
Es que salí del trabajo dos horas antes, leí sus conversaciones perversas del disco duro de su ordenador, el mismo que tiré por el balcón ipso facto. Tampoco sabe que guardé su ropa en bolsas y las llevé a cáritas con una sonrisa en la boca. Le pinché las ruedas de su coche después de arañarlo por todas partes. Con el bastón le rompí los cristales laterales y todos los faros. Luego escribí con una navaja mis iniciales en sus sillones de cuero. A continuación gasté cuatro botes de spray de graffittis haciendo dibujos similares a los cuadros de Miró en todas las paredes de la casa. Dejé la puerta abierta con las llaves puestas y sus electrodomésticos por fuera...

lunes, 22 de febrero de 2010

SHELFING...


Hacer limpieza de papeles, carpetas antiguas o cajones empolvados da miedo. Puede aparecer cualquier cosa de cualquier época, con cualquier tipo de destinatario y a cualquier tipo de remitente. Justo en esa caja de plástico de acordeón estaban todos mis recuerdos escondidos. Mucho de ellos hacía años que no salían a la luz. Muchos recuerdos de mi estancia en Graz como Erasmus, las cartas de Alina y Diana, las despedidas. Las postales de Oliver, y de mis cumpleaños. Una esquela vieja y amarillenta. Lo más sorprendente fue aquel puñado de cartas dirigidas a un tal Raúl. Cartas que volviendo al pasado recuerdo que fueron respondidas con la misma ilusión y amor con el que fueron recibidas. Palabras que me sonaban ajenas, que taladran la mente si se leen por primera vez. Quizás la historia más bonita de mi vida en fascículos a mano y a ordenador. Sentimientos en tinta y papel, en llaga viva, que a día de hoy me hacen "algo" dentro de mi ser. Todas esas cosas que nunca nadie más me ha vuelto a decir. Frases que yo nunca creí que había dicho. La historia que más cercana tengo, que más profunda llevo dentro y que sale tras leer las primeras líneas de esas epístolas. Me pregunto qué fue de ese Raúl apasionado y pseudo-enamoradizo que una vez caminó por el mundo. Aquel chico tan romántico que valoraba tanto esos sentimientos que llevaba grabados a fuego en su interior. Apasionado, sensible, que escribía cartas de amor, adoraba a Mariah Carey y sus letras profundas y disfrutaba viendo los finales felices de las películas. Nada más lejos de la realidad a día de hoy. Es posible que algún día lo encuentre escondido en algún cajón o detrás de los libros de alguna repisa y pueda volverlo a despertar para que vuelva al mundo real. A veces es necesaria la pasión para seguir con vida y no dejar que se congele con la traición de los años. Mientras tanto lo seguiré esperando...

MY LIFE AWAITS

Llegó el momento. Se acabó el calvario de amargura. Se terminó la dependencia incondicional y la soledad selectiva. Vuelvo a la carretera con más ganas que nunca. Cogiendo el volante firme pero seguro me voy incorporando a esa autopista hacia cualquier lugar mejor que no tenga paradas intermedias tempranas que entorpezcan mi camino. Directo a mi nueva estación llamada felicidad; esa de la que todos hablan y que tan pocas veces he conocido. Esta vez con cientos de corazonadas.
Nunca pensé que echaría tanto de menos el rocío de la madrugada o el color de la noche. Conducir escuchando música dentro del coche, quedar en un bar y pasarme horas muertas hablando de boberías. Jugar un partido de tenis mientras me creo alguien importante, pasear por la playa aunque llueva a cántaros. Gritar que soy libre de una vez, que nadie más hará quedarme en una cama más tiempo que el que duran mis cortas noches y horas de sueño.
Valorando ahora lo que tengo mucho más que antaño, porque aquí se está de prestado. Los segundos que corren son igual de valiosos que cualquier vida de celebridad y he aprendido a saborear cada uno de ellos. El dinero en el banco para nada sirve si llega el día en el que no podemos decir que hemos hecho lo posible por disfrutar, que nunca hemos visitado París o Londres, o que no se sabe qué se siente al tener la brisa en la cara en la cubierta de un barco.
Las cosas maravillosas del mundo hay que verlas, visitarlas, saborearlas, abrazarlas con la memoria, con los ojos, con las manos. Lo bonito se besa, se acaricia y no aparece en las películas ni en los documentales. Esas cosas se ven en directo, cara a cara, y no desde una cama o una ventana. Respirar aire puro, el verde de los árboles, la naturaleza en su esplendor. Otras culturas, otros idiomas, otras personas. Relacionarse, interactuar, hablar con las manos.
Lo gratuito también cuenta. El frío de las montañas, el sol de la playa, la clorofila de las plantas, el marrón de las hojas. Las estaciones que nos visitan, el cielo que nos arropa. La vida es mucho más que pensar si algún día me casaré, o ésta es la casa que quiero tener. Lo que estos ojos han visto no tiene precio y no los cambiaría por todo el dinero del mundo, porque igual mañana no vuelvo a estar aquí, escribiendo frente a esta pantalla. Lo que hoy, y más que nunca hoy tengo claro, es que las barreras las pone uno mismo y querer es poder. Y yo, hoy y siempre, querré vivir en libertad.

viernes, 19 de febrero de 2010

LEY 16

"SI TIENE TIEMPO, NO TENDRÁ DINERO
SI TIENE DINERO, NO TENDRÁ TIEMPO".

UPSIDE DOWN

Porque mi mundo se quedó al revés sin llegarlo a comprender. Cambió el color del cielo, la materia prima de los elementos y los cinco sentidos humanos. Me quedé con la boca abierta. Como si hubiera visto a Drácula bebiendo horchata, o a una novia vestida de verde por fuera de un cementerio. Jim Carrey actuando de tipo serio y Stephen King escribiendo romances o poesía. París la capital de Ucrania, España pertenece a Asia. Danielle Steel de asesina en serie y Raúl Sender de estrella del porno.
Nadie habla en serio, las frases tienen significado opuesto y la gente ha dejado de quererse porque sí. Los Canarios persiguen a los perros y los leones huyen despavoridos de las cobayas. El agua baja hacia arriba y las nubes se tocan sin levantar las manos. Un mundo que desconozco por completo; del que no quiero formar parte ni un segundo más. No existen los sexos, sino los tipos. Aún se desconoce la bondad, la sencillez, la sinceridad. Se subestiman dogmas de antaño, mientras que las realidades se han borrado del papel, ya no existen.
Los humanos ya no razonan, tan sólo obedecen a las plantas que son sus dueñas. Ellas son las cabezas pensantes de este planeta contaminado de irracionalidad. Nadie se queja, nadie opina, nadie dice...todos callan, solamente silencio y locura. Abro la boca y no puedo hablar, no puedo decir nada, no puedo gritar. Me pongo triste y no puedo llorar, no puedo expresarme de ninguna de las maneras. Las piedras caminan a mi alrededor y me dan patadas o me tiran hacia ventanas.
Parece que llevo días andando y no me he movido de mi lugar, no soy nada, a nadie le importo. De repente la tierra de abre en dos y caigo por una de las gritas. Permanezco en caída libre por tiempo indefinido sin saber qué puedo hacer. Cuando menos lo espero escucho un temblor mientras veo cómo el terremoto me sepulta entre una de las capas del planeta, significando
menos que el más pequeño de los microbios. Y ahí permanezco congelado hasta el final de los tiempos, pensando en qué ha pasado y por qué he acabado así.

jueves, 18 de febrero de 2010

ESA BREVE DISTANCIA

Porque hubo un tiempo en que la vida se me antojó un proyecto oscuro, casi siniestro, que se iluminaba intermitentemente con la candela de mi propio latido; porque el mundo frecuentemente se transformaba en una geografía incomprensible, desprovista de puntos cardinales en los que apoyar la risa y la esperanza; porque nunca dejé de creer que estaba solo a medio camino de ninguna parte, a expensas de los vientos favorables. Por eso, estoy seguro, llegaste tú hasta esta orilla, tan fácilmente, desmintiendo los pronósticos y mis silencios; obstinándote en abrir esta caja de Pandora que me contiene.

De puntillas recorro esta corta distancia que hace de tu cuerpo otro cuerpo distinto al mío. Sólo ese breve intervalo nos distingue, nos convierte en pronombres diferentes, en sueños paralelos que deambulan cogidos de la mano, recorriendo paisajes de extrañezas y asombros. En el felpudo de esta casa he dejado mis vértigos más antiguos, las crónicas de otras vidas semejantes, mi temor a perder esta partida en la que apuesto mi tiempo contra el tuyo.

Porque es tu temblor mi unísono y tu eco parte de mi estela; porque despiertan mis párpados y se abren al día preñados de ilusiones desnudas que a veces no sé cómo entregarte; porque tengo en la mochila un par de ausencias importantes y ciertas que comparto contigo cuando duelen; porque tal vez la vida continúe siendo en ocasiones ese proyecto oscuro que tu nombre ilumina y el mundo ese árido rincón del que nos escondemos para poder salvarnos. Porque hasta los gusanos de mi muerte han de saludarte cuando el tiempo me expropie la existencia, recorro de puntillas esa breve distancia para asomarme a tu cuerpo-precipicio.

Nunca una caída fue tan libre.

Silvia Curbelo Prieto

miércoles, 17 de febrero de 2010

A FUEGO

Aún recuerdo a ese chico de 19 años que se quedó huérfano de madre aquel 15 de diciembre de 2003, posiblemente el peor día de su vida. Recuerdo las horas esperando en el hospital, por si algún milagro ocurría, por si la ciencia avanzaba en un santiamén. Vi el momento del reencuentro en aquella camilla, con aquel cuerpo sin vida que lo quebró por dentro. Recuerdo el velatorio, la cremación, el entierro. El momento frío en el que un extraño le dice que tiene que escoger qué féretro desea para el cadáver de su madre. "No todos entran en la póliza, tan sólo estos de la derecha" decía el señor. Recuerdo esos momentos complicados, inverosímiles, inesperados.
Todavía recuerdo las decenas de personas pasando por delante suyo para darle el pésame, para decirle palabras que no le servían para nada, para darle abrazos que no sentía. Una pena tan profunda que no podía hablarse de ella. Recuerdo que todos vestían de negro, que todos lloraban, que todos estaban tristes. Recuerdo la misa llena de caras hacia el frente.
Lo vi crecer a la fuerza y madurar a la velocidad de la luz. Meses hundiendo la almohada en lágrimas. Años que pasaban sin consejo, sin calor, sin compañía, sin complicidad. Vi como pesaban sus cicatrices. Esa carencia de momentos felices, esa falta de pilar en un alma, de timón y capitán de su barco. Lo vi vagar por las calles, por las plazas, por los muelles. Lo vi solo, rodeado de gente pero solo. Lo recuerdo perfectamente. Recuerdo que aprendió a sonreír cuando estaba a punto de llorar. Lo recuerdo fuerte, serio, débil.
Lo vi crecer, convertirse en un hombre, hacerse inmortal, eterno, consciente. Recuerdo que nunca se rindió, que no importaba si nunca llegaba a despedirse de su madre, porque había asumido la realidad que lo azotó. Vi que con el paso del tiempo ya no miraba tanto hacia atrás. Recuerdo que le dolía no poder tener una conversación con alguien que haya padecido una pérdida similar. Recuerdo tantas carencias que siguen presentes hoy... que aún no han abandonado su ser. Lo recuerdo ahora tal como fue, como nunca más será.
Le recuerdo nadando en tristeza, corriendo por campos de amargura, surcando mares de nostalgia, volando cielos de dolor. Recuerdo perfectamente aquel 15 de diciembre de 2003 como si fuera ayer. De hecho, creo que hoy mismo, volvió a ser ayer...porque he vuelto a verlo llorar sobre la almohada....

sábado, 13 de febrero de 2010

CIRCULAR

Circular no es desplazarse con un vehículo de un lado hacia otro. Al menos no para mí. Circular es la línea de metro gris de Madrid, la número seis, la que nunca termina, la infinita. Esa que dicen que después de haber cerrado el metro sigue funcionando sin nadie dentro. Sin conductor, sin inspector, sin transeúntes. Tan sólo la vía y los vagones...a 200 kilómetros por hora...o más.
En la vida circular significa seguir caminando sin mirar atrás, aunque finalmente volvemos a encontrarnos con todas esas cosas de las que huíamos. Significa volver a cruzarnos con esas personas que no queríamos volver a ver. Circular es casualidad, obligación y suerte. Es un cero que no tiene principio ni final. Es la o que algunos no saben hacer con un canuto (entre ellos yo, que no fumo).
Circular es ir a lo tuyo, yo a lo mío, él a lo suyo y dios a lo de todos. También es navegar por la red leyendo artículos, fragmentos, blogs y volver al inicio de los tiempos. Ver esa foto en la que aparece alguien "indeseado" del pasado que sigue espiando, que sigue mirando. Circular es no poder cerrar unas puertas porque entonces las ventanas se abren solas. Circular es girar sin dar la vuelta, sin cambio de sentido, sin ningún tipo de dirección. Es como dejarse llevar hasta un sitio que no tiene final, en el que moriremos antes de llegar.
Como un puñado de golosinas para el camino y una gota de cianuro en la bebida. Circular es peligroso, apasionante, decisivo. Si dejamos de circular volveremos a hacerlo en otra ocasión pero con otra gente y en otro ambiente. Si queremos volver al pasado tan sólo hay que circular más rápido o pararnos en medio de la circunferencia. Circular no son las señales de tráfico, ni encontraremos en el medio un diámetro. No existe tangente en lo circular, sino en el círculo.
Para mí circular es respirar impurezas, es aburrirme todo el día, darle caña al coco. Es como si mi pulsación estuviera al límite y yo ando subido en un globo estático a cientos de metros del suelo. Despacio y sin aire. Circular son las luces que me inspiran, el coraje para seguir cada día, el sin sentido que me proporciona en estos momentos la vida. Circular es sentirse querido y abandonado a la vez. Es cuando me pica en un sitio al que no puedo llegar y lo único que tengo a mano son mil cuchillos afilados boca arriba.
Circular es masoquismo en toda su esencia. Es como leer un blog ajeno a diario y no ser capaz de pronunciarte para bien o para mal. Es tirar una piedra desde la azotea. Circular es una jungla de cemento lleno de paletos corriendo tras un balón. Circular es un piano que no suena, una nota que se resiste, un vibrato con olor a castañuela. Circular es no parar de desvariar. Significa subirse a un avión hacia ninguna parte pero volver al punto de partida.
Para mí circular era todo mi mundo, mi vida, mi universo. Todo lo que llevo parado en el tiempo. Concretamente 22 días, 8 horas, 16 minutos y 37 segundos, ahora 41, no, 48. Sin hacer lo que más deseo, sin ir con los que más quiero, sin independencia de ningún tipo. Circular es lo más importante de vida, es volar sin alas. Echo de menos circular...

LEY 15

"LA DURACIÓN DE UN MATRIMONIO ES INVERSAMENTE PROPORCIONAL A LA CANTIDAD GASTADA EN LA BODA".

HOPE DIES LAST


¿Realmente existen las historias con "happy ending"? Esas historias en las que el malo acaba mal, toda su crueldad se hace justicia y el bueno no sólo recupera su vida, sino que se reconforta y es capaz de perdonar. ¿Realmente existirán ese tipo de personas que muchos queremos ser, pero que un momento dado nos hace más inhumanos que los propios malos de las películas?

Una chica de pueblo va a la universidad de una gran ciudad. Ella pertenece a una familia de clase media-baja, pero con su beca puede subsistir durante el primer año en la ciudad de las luces. A menos cinco grados camina hacia casa de un amigo mientras un ladrón la acecha. Con una pistola la amenaza y le quita su teléfono móvil y su dinero. La obliga a ir al banco y sacar todos sus ahorros; los únicos que le quedaban para pagar el alquiler de su residencia, su comida y sus gastos. Él le decía continuamente que papi le volvería a dar más dinero inmediatamente. Que las niñas ricas no tienen que preocuparse por nada porque tenían una vida fácil.
Mientras tanto y sin siquiera darse cuenta se van contando cosas de sus vidas de forma irónica e inconsciente. El ladrón le habla de su mujer y le roba su abrigo para dárselo. Es entonces cuando la deja ir. Muerta de frío, sin dinero y humillada. Al cruzar la calle ve como en el otro lado de la acera camina el ladrón. Levanta la mano con un signo de triunfo mostrando su querida chaqueta. En ese mismo instante pasa un coche a toda velocidad, lo atropella y se da a la fuga.
La chica lo toma por muerto y recupera sus pertenencias. Él estaba sangrando gravemente y entre suspiros le dijo que no llamase a la policía. Ella no hizo caso y cogió el teléfono. Entonces él sacó su pistola y apretó el gatillo mientras sonreía. Nada ocurrió porque el arma no tenía balas.
Ella decidió esperar a la policía y la ambulancia mientras hablaba con el ladrón. Éste le contaba sobre su adicción a las drogas y sobre lo mucho que quería a su mujer.
Al llegar la ambulancia la chica se desmaya y se llevan a los dos al hospital. Una vez allí la chica se recupera. Los médicos dicen que fue por el shock y es estrés que había sufrido al principio de la noche. Le dan el alta y se marcha. Una vez en el pasillo ve a una niña pequeña sola buscando a su madre y le promete acompañarla hasta encontrarla. No le resulta muy difícil porque la vieron en la ventanilla de admisión del hospital. Quería saber qué le había pasado a su marido porque la habían llamado para decirle que lo habían atropellado.
Después de intercambiar historias se dan cuenta que hablan de la misma persona. Así que la mujer del ladrón coge a su hija y decide marcharse. Le pide perdón a la chica mientras le jura que no volverá a ver a su marido. La chica le dice que no se precipite y que al menos deje a su hija la oportunidad de despedirse, porque ella también fue una niña y no tuvo esa opción. La madre ignora este último comentario y se va igualmente.
Uno de los médicos sale en ese momento al pasillo y le dice a la chica que el ladrón la quiere ver. Ella acepta y entra en la habitación donde el hombre está muy mal herido. Ella le dice que su mujer y su hija se acaban de ir. Él le cuenta que un día llevó a su hija al colegio y luego fue a comprar drogas con el dinero de su mujer. De repente el ladrón deja de respirar y fallece al instante.
Al salir de la habitación la chica ve a la mujer y a la niña y le dice que el hombre ha fallecido. La niña llorosa le pregunta si su padre ha sido malo y se ha portado muy mal con ella. A lo que la chica le responde que su padre no ha sido malo. Le dice que ella estaba caminando por la calle y mientras cruzaba no vio que un coche venía muy rápido. Entonces su padre se abalanzó para empujarla y fue atropellado él para salvarla. La niña sonriendo se gira y le dice a su madre que su padre es un héroe. La chica antes de irse le mete el dinero que el ladrón la obligó a sacar del banco a la madre en el bolsillo y se marcha sonriendo.

jueves, 11 de febrero de 2010

MAPA DE LOS SONIDOS DE TOKIO

Una maravilla. Una película espectacular. Revela sutilmente los secretos escondidos de Tokio. Los colores son fascinantes. Desde el otro lado de la pantalla se aprecian los olores del lugar, su magia. Unos diálogos que llevan al pensamiento continuo. Unas conversaciones adornadas con retórica tan hermosa que no hace más que sorprender gratamente.
La tristeza detrás de unos ojos. La infelicidad en el fondo del alma. La incomprensión humana. Hechos que nadie respeta. Vidas diferentes, ajenas y duras. Profesiones imperdonables, escondidas, negras. La lujuria del sexo, de lo prohibido, de lo revelado a oscuras. Una mano en el pecho, un roce en la rodilla, una mirada perdida. Los sonidos de una ciudad, de una existencia, de una línea infinita.
Caminos paralelos, caminos cruzados, caminos destrozados, rotos humillados. La cara y cruz del amor, de la pasión, de la amistad. El valor del silencio, la fuerza del silencio, el apocalipsis del silencio. La tranquilidad en la punta de un cuchillo, en el gatillo de una pistola, en la sangre que cae a gotas.
La música de los sentimientos. Unas palabras dichas a tiempo, no dichas nunca, ni siquiera pensadas. Un puñado de historias, una muerte digna, cientos de secretos en la tumba.
Un cementerio, un carril de metro en un hotel, un arma, una llamada telefónica, un vino sensual...

lunes, 8 de febrero de 2010

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Me gustan los puntos suspensivos. Adoro abusar de ellos en todo momento. Me muestran continuidad. Los puntos suspensivos dan libertad de interpretación a momentos sin acabar, dejan un final abierto. Si no sé que decir puedo ponerlos. También si no he entendido algo. Son la opción más adecuada a cualquier instante. Dicen todo y nada a la vez. Son oportunos y discretos. Son masculinos, femeninos y neutros. Se pueden pulsar, dibujar o escribir. Son muy amistosos y disfrutan de cualquier tipo de compañía. Yo siempre llevo un puñado de puntos suspensivos en el bolsillo....

PARACHUTE


RECETA PARA COMBATIR LOS MALOS TIEMPOS



Ingredientes:
-400 g. de positividad
-400 g. de alegría
-Una taza de fuerza
-5 metas
-4 ilusiones
-Un chorro de humor
-Un puñado de sonrisas
-Dejar hacer, buenos amigos y familia.


En un gran bol de plástico se meten los 400 gramos de positividad y alegría. Se añade un chorro de humor y las 5 metas peladas y troceadas. Se deja reposar durante media hora.
Mientras tanto se licuan las cuatro ilusiones y se baten con la taza de fuerza. Se vierte la mezcla al bol anterior y se remueve hasta tener una masa espesa y consistente.
Poco a poco se le añade el puñado de sonrisas, un poco de dejar hacer, una pizca de buenos amigos y un trocito de familia sin dejar de remover.
Finalmente se hornea a 90º durante veinte minutos y se deja enfriar unos quince minutos. Luego se deja en el refrigerador durante tres horas y listo para servir.

sábado, 6 de febrero de 2010

LEY 14

"LA FORMA MÁS RÁPIDA DE ENCONTRAR ALGO ES EMPEZAR A BUSCAR OTRA COSA".

M


Estimado Metro,
Hace ya casi diez años que nos conocimos por primera vez y debo confesar que aún sigo impresionado por tu envergadura. Te has hecho con el mundo entero y eres sin duda alguna mi medio de transporte favorito. Te he ido a visitar más de una decena de veces y hemos quedado en bastantes ciudades a lo largo del mundo. Imagino que volveré a verte este año En Moscú, Dublín, Lisboa y Oporto, que sé que también llegas a esos lugares.
Nunca olvidaré el día en que te conocí. Fue en París y yo estaba comprando el billete en la estación de la Bastilla. Desde ese día me fascinaste. Luego seguimos quedando en Barcelona, Madrid, Londres. Verte en Londres fue una de las cosas que más recuerdos me trae. Dominabas mi idioma predilecto y tu tamaño me hizo confiar en ti sin dudar un segundo. En la ciudad donde más hemos quedado es Madrid, supongo que por la cercanía.
Disfruto mucho esperándote en cada estación mientras voy viendo a todas las personas que te aprecian esperando tu llegada. Todas esas caras fijas en libros, periódicos y revistas. Muchos como yo se dedican a mirar al vacío, o simplemente ver el tipo de seguidores que te son fieles. Trato de imaginarme sus vidas y las historias que esconden tras sus miradas y sus ropas. Me pregunto por qué andan siempre con tanta prisa. Intentando entrar en el vagón con tantas ansias aunque ya esté lleno del todo y no quepa un alma.
Te vi en Budapest, Nueva York, Berlín, Múnich, Milán, Nápoles, Roma, Turín, VienaAmsterdam... Te han llamado Metro, Tube, Underground, Subway, U-Bahn, pero siempre eras tú, inmortal y penetrable. Una de las cosas que más admiro en ti es tu puntualidad. Cueste lo que cueste llegas a tu hora, sin un solo minuto de retraso, cerrando tus puertas tras ese sonido tan característico.
Con el tiempo has creado tus normas. Para llegar a ti hay que detenerse al lado derecho de la escalera o adelantar por la izquierda si se tiene mucha prisa. No pasa nada si alguien se equivoca de parada, con bajarse en la siguiente y dar la vuelta es suficiente. Normalmente cada estación está bautizada con un nombre, cada línea con un número y a su vez un color. Eres un perfeccionista nato que ha nacido para hacer la vida más fácil a la humanidad.
Todo un placer coincidir en esta vida, estimado M.

viernes, 5 de febrero de 2010

NOT THE EDGE

Alguien muy importante me dijo una vez que en la vida hay que elegir entre las cosas que se quieren ganar y las que se van a perder, porque no se puede tener todo. Evitar las opciones más dolorosas puede ser un gran error, pero a la vez hacen el camino más seguro. Se puede ser infeliz sin tener penas ni carencias, pero la felicidad no tiene comparación.
Puedo dejar que mi vida pase por delante de mis narices sin siquiera vivirla, pero permaneciendo en ese lado de la acera que tanta inmunidad me proporciona, aunque del mismo modo momentánea. Muchas caras diferentes, muchos nombres distintos van borrando mis huellas en el camino, pero si vuelvo hacia atrás para volver a crearlas perderé mis formas y el sendero que me llevó hacia allí. Cambiaría toda una existencia y no me aseguraría un futuro. ¿Qué carretera es la mía? Posiblemente cualquiera que escoja.
¿A quién le importa si me hago daño y sufro? ¿A quién le importa si me derrumban y me vengo abajo? ¿A quién le importa si cierro la puerta y nadie me espera por fuera? ¿A quién le importa si desaparezco del mapa y no me vuelven a encontrar? ¿Y si el mundo me empuja hasta llegar al final de mis fuerzas, hasta el desgaste de mis limitaciones?
Yo solamente sé que no me importa cuánta pena y dolor pueda llegar a rodearme. No volveré a soltar una lágrima por el maldito destino que me acecha en cada esquina. Mi mala espina me la zampo de entrantes y a la mala suerte me la como de postre, porque no dejaré que ninguna mala noticia detenga mi mundo ni un segundo más.
Haré como si hubiera tenido alguna otra opción esta vez. Simularé que tuve alguna otra alternativa en este peldaño de mi aún corta vida. Porque aunque me fuercen a pararme durante un puñado de días, no va a cambiar absolutamente nada de mí, de lo que soy y de lo que quiero ser. Mis metas seguirán siendo mi fuerza.
Estaba en uno de los momentos más felices de mi vida, haciendo lo que me gusta y lo que siempre he querido hacer, y volverá a ser así en cuanto se curen estas cicatrices...cueste lo que cueste.

martes, 2 de febrero de 2010

IS IT RAINING MORE THAN EVER?

Una vez más Canarias se enfrenta a los elementos. Ninguno que no hayamos conocido antes. Esta vez fue nuestra amiga la lluvia. En Austria, este tipo de lluvia es más que conocida. De hecho, ni siquiera detiene la vida de nadie. Chubasquero puesto, y los más osados llevan paraguas, pero todo sigue su curso. No se ven casa inundadas, ni barro por las calles. En Inglaterra más de lo mismo. "Not such a big deal" como dirían los londinenses. Salen a la calle a trabajar, se van a tomar un "black tea" o unas copas por la tarde-noche.
Ciertamente Canarias no está preparada. Por más que los vientos y las lluvias nos azoten, nunca se aprenderá a defenderse como es debido. Las alcantarillas y cañerías seguirán tupiéndose y rompiéndose. Las calles seguirán rebozando agua, las personas seguirán achicando agua y la lluvia seguirá azotando con agua.
No sólo hablamos de las viviendas particulares de la comunidad canaria, sino de grandes establecimientos que se inundan. El Corte Inglés tenía a sus trabajadores trabajando en cañerías, falsos techos y quitando agua con cubos. Revistas y libros mojados, charcos en medio de los pasillos, secciones cerradas y luz de generadores. Apenas se podía salir a la calle, aunque era el día idóneo para robar en el establecimiento. Nadie estaba en su puesto de trabajo.
Coches arrastrados, personas caminando con el agua por las rodillas y la cintura. Lo peor de todo es que ni siquiera era una lluvia torrencial, se trataba de una lluvia que en cualquier otra ciudad europea no hubiera sido más que una mera y simple lluvia. El día que un aguacero de verdad caiga en las islas desaparecerán del mapa hundidas por el agua.
No pasa nada, porque seguiremos invirtiendo millones en nuestros carnavales y en nuestras celebraciones, fiestas y jolgorios. Seguiremos pagando cantidades astronómicas a esos controladores aéreos y seguiremos aguantando las huelgas del personal sanitario y derivados a los que no les bastan sus miles de euros mensuales. Mientras tanto seguirán otros miles de españoles en paro y otros muchos trabajos por hacer para mejorar las instalaciones eléctricas y de saneamiento. Pero no importa, porque siempre tendremos carnavales y tranvía para ir a disfrutarlos.

ONE STEP FORWARDS MAKING TWO STEPS BACK


Nada en este mundo está bajo control. No hay nada garantizado ni aunque nos lo den por escrito. La vida se limita a pasar a su ritmo. El que pueda subirse que la disfrute y el que tenga que bajarse que se mejore y vuelva pronto. El que no pueda regresar...lo recordaremos un ratito y puerta.
Se pierde el tiempo, las fuerzas y las ganas. Ya la valla se convierte en un muro infranqueable que no hay guerra que lo derribe. Tampoco se puede llevar armadura porque pesa demasiado y de dejarlo pasar se moja y se oxida.
Pasan los días, las semanas, y la perseverancia se convierte en desesperación y la calma es prisa. Después de ir dando pasos hacia delante, veo que me quitan las losetas y me hacen retroceder. Duele el cuerpo, la mente y el bolsillo. Duele la salud y la dependencia que siempre he detestado. De positivo paso a ser un asterisco, que no llega a convertirse en negatividad extrema, pero que no me deja opción llegado a este punto.
Mis ojos se convierten en dos cruces rojas que lloran resignación y mi boca sellada en la soledad de mis días. Me hago pequeño, indefenso e insoportable. Empiezo a llevarme mal conmigo mismo porque una parte de mí solamente quiere estar recuperada y con raqueta en mano, la otra dice que hay que ser pacientes y esperar lo que venga, que cuánto más tranquilo más rápido pasa. Mi ángel y demonio particular. Una de mis guerras internas que suelo mantener en alto secreto. Aunque ahora prefiero que sea una realidad, a la que tengo que enfrentar a partir de hoy...

lunes, 1 de febrero de 2010

INFIEL

Infieles somos todos. El vecino que está viendo la tele, su mujer que tiende la ropa en la azotea, su hija que va al instituto más cercano y su novio que la recoge al salir en su moto. Los menús de los establecimientos están en cada mesa y se pueden mirar y tocar. Se saborean a escondidas y se sueña con los manjares que contienen. Los atrevidos los piden y se los comen, y los discretos o asustados prefieren esperar a que el cocinero esté solo. Finalmente hasta los enanitos mordieron de la manzana envenenada.
Si no hubiera mirilla en la vida, todos iríamos a cepillarnos al vecino, sin miedo a represalias, a roturas o abandonos. Todos seríamos unos pervertidos, unos sádicos, unos ninfómanos. Al primero que aparezca con aureola se la doblaría y se la haría tragar, porque no va a engañar a nadie.
En este mundo la víctima le dice al infiel:
"Has tirado mi confianza por esa ventana y ha caído en el barro de la charca más sucia. Ahora coges mis recuerdos y te haces un collar, te pones un pantalón de vergüenzas, una camiseta de dolores y los zapatos de emoción. Súbete en tu coche y vete a continuar con tu polvo que sangra falsedad. Busca lo que yo no te di hasta que tengas todo y quieras subirte a otra flor abierta más adelante".
Entonces la víctima cierra la puerta, coge su teléfono y marca el número que tanto se sabe de memoria:
"He dejado a mi novio, he descubierto que me era infiel. Ahora ya no tenemos que escondernos. Será hijo de puta, después de todo lo que hice por él".
Mientras tanto el infiel ciertamente irá a aquella cama que conoce tan bien desde hace muy poco tiempo y seguiré con sus hazañas y quehaceres.
Los tres seguirán siendo felices hasta que aparezca un nuevo torbellino de adrenalina y cambien de pareja a escondidas bajo la oscuridad de la noche. El lema es: "ojos que no ven...corazón que no siente". Por la noche no todos los seres duermen...

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE